Lo siento, pero he de admitirlo, nunca he terminado de tolerar las películas protagonizadas por niños resabidos que son más listos que la mayoría de adultos que los rodean, y supongo que como yo habrá muchos. La última cinta de este tipo que me irrito fue "Tan fuerte, tan cerca" (Stephen Daldry, 2011), ¿en verdad no os dieron ganas de abofetear a ese niño y castigarlo de cara a la pared?... ¡Qué insoportable! Pues en esas que llega Jean-Pierre Jeunet y nos ofrece otra historia de niño requetelisto que deja a los adultos a la altura del betún.
Siendo honestos, he sobrellevado mejor "El extraordinario viaje de T.S. Spivet" que cualquier otra cinta de este tipo. Y, ¿por qué?... Pues básicamente porque Jean-Pierre Jeunet se despoja de falsos dramatismos y de trascendencia infundada, para convertir su película en una fabula de esas que se ven fácil. Además, el realizador francés tiene un imaginario muy particular que casa a la perfección con la historia que tiene entre manos. Al final, todo junto, da como resultado una aventura entrañable.
Eso si, procuren no intentar buscarle tres pies al gato. "El extraordinario viaje de T.S. Spivet" da para lo que da y tiene unos limites muy concretos. La cinta es un pasatiempo, y como tal llega un momento en que no puede dar más de sí. Evidentemente, la historia es más creíble cuanto más te dejes llevar por ella.
Por cierto, no puedo terminar sin formular una pregunta al aire. ¿Vosotros también habéis visto, en el desenlace del film, una ligera crítica a la telebasura?...