Que Vin Diesel es un tipo cuanto menos peculiar, creo que no lo puede negar nadie. Cinematográficamente hablando es de esas personas que hacen: lo que quieren, cuando quieren, con quien quieren, como quieren y porque quieren. No sé en que tanto por ciento habré atinado con la anterior hipotesis, pero si la formulo es porque "Riddick" me da la impresión de ser un producto que atiende única y exclusivamente a lo anterior. Esta tercera entrega del fugitivo galáctico llega casi diez años después de su predecesora, lo que deja en evidencia que el público no la pedía a gritos, si no hubiera caído a los dos o tres años como mucho. Vin Diesel hace "Riddick" porque se le ha antojado, y al que no le guste pues que mire para otro lado.
"Riddick" es un capricho, pero un capricho con gusto. Otro indicio de la anterior afirmación son los primeros minutos del film, un prólogo en toda regla dotado de una personalidad arrolladora que ningún mandamás de Hollywood hubiese tolerado ni harto de vino. Puesto que Diesel pone la pasta se permite el lujo de ofrecer unos primeros veinte minutos de metraje personalísimos y que diferencian "Riddick" del resto de cintas similares. En esencia, "Riddick" es una peli de serie B, o eso por lo menos deja en evidencia su argumento de ratón caza gatos en el espacio, pero es cine de serie B con personalidad. También es de recibo admitir que en el asunto de la personalidad, la autoría Diesel ha de compartirla con el realizador David Twohy, que imprime sus señas de identidad a la película.
Luego, una vez finalizado el prólogo e iniciado el segundo acto, es cuando más se le ven las costuras a "Riddick", es cuando más queda en evidencia que en el fondo es serie B. El film entra en el juego sigiloso de cazarse unos a otros, juego en el que el fugitivo galáctico siempre tiene las de ganar. A pesar del tufillo a ya visto que desprende "Riddick" en esta parte del metraje, la cinta nunca deja de resultar adictiva, estimulante e interesante. Argumentalmente la película no tiene más vueltas de tuerca, aunque es cierto que tampoco las necesita para salir airosa.
Visualmente el film es una pequeña delicia, y más teniendo en cuenta el relativo bajo presupuesto. "Riddick", bajo un estilo a lo "300" (Zack Snyder, 2006), ofrece una sobria pero destacable puesta en escena.
En resumidas cuentas, "Riddick" es un juguete que disfrutarán a tope los fans de la franquicia, aunque no siendo yo miembro de ese grupo también la he disfrutado bastante. Seguramente el empeño de Diesel en sacar adelante un producto que no goza de excesivos apoyos pocas veces dará tan buenos resultados como los que da en "Riddick".