Al margen de lo puramente cinematográfico, que más tarde hablaré de ello, "John Wick" hace que me replantee el debate sobre lo que se estrena en cines y lo que no en nuestro país. Este film de Chad Stahelski es mucho mejor que una gran mayoría de las cintas de acción (y de otros géneros) que se estrenan al cabo del año, pero no le ha servido de nada ya que se ha quedado limitada al mercado doméstico. Al final ya no sé si es culpa de las distribuidoras o de terceros, pero me duele enormemente la nula difusión de un film tan interesante como "John Wick". ¿En serio piensan que no habría gozado de un mínimo de recorrido?… Vale que su etiqueta de actioner de serie B no le ayuda, pero no se, creo que merecía mucho más que caer en el mercado doméstico.
Hablando ya de lo puramente cinematográfico, diré que hacía mucho tiempo que no me encontraba con una cinta de vocación serie B con tanta personalidad y carisma como "John Wick". En ese aspecto el film es un ejemplo a seguir, tiene un estilo muy definido y lo respeta hasta sus últimas consecuencias. La película es la versión desnudada de drama y sin florituras de "Drive" (Nicolas Winding Refn, 2011). Argumentalmente hablando no es nada del otro mundo, la clásica historia de venganzas de tomo y lomo. Pero es ahí donde entra en juego lo del carisma que antes les mencionaba para transformar lo visto mil veces en algo levemente diferente.
Otra de las gratas sorpresas del film es su protagonista, Keanu Reeves. Un actor del que ya poco o nada cabría esperar y que se marca en "John Wick" una sobria pero potente interpretación, a la altura de los mejores actioners del momento.
"John Wick" es una digna sorpresa, un film que te deja con ganas de más. ¿No me dirán que no les apetece saber todo lo que ocurrió antes de lo acontecido en la película, o el después?… Wick es el nuevo héroe de acción a tener en cuenta.