Recordáis esa particular y detestable frase de toda madre que se precie, y también padres supongo, aunque yo lo relaciono más con las primeras, de: «lo que no quieras para comer lo tendrás para cenar.» ¡Si!, ¿verdad?... Cuantos sudores fríos y temores ha propiciado tamaña afirmación, la ONU debería tomar cartas en el asunto. Bueno, pues en "Into the woods" la Disney nos ha endosado una artimaña de ese tipo, «no te apetecen estos personajes en un film de animación o en un live-action, pues te los comerás en un musical.» A mí aún me castañetean los dientes tras haberme tenido que tragar este pedazo plato de alcachofas que no quise para comer.
"Into the woods" versa sobre... ¡Maldita sea, me da hasta pereza contar de que trata la cinta! Cenicienta, Caperucita Roja, Rapunzel, Jack y sus habichuelas mágicas, todos ellos reunidos en un bosque cual cóctel sin alcohol, ¡y cantando! ¿Qué más se puede pedir?... Pues una cuchilla de afeitar, ya que seria mucho más fácil suicidarse con eso. Rob Marshall; si, ese Rob Marshall que posee algún que otro Oscar, se pone a los mandos de este atractivo (es ironía) musical que hará las delicias (sigue siendo ironía) de todo amante del género que se precie. Argumentalmene "Into the woods" es una sonora estupidez, los pobres guionistas hacen lo que pueden con un material que da para lo que da, y las dos horas de duración tampoco le benefician al producto. Se nota muchísimo como, hacia la hora de metraje, se quedan sin ningún asidero del que tirar y la trama deambula cual zombie por un descampado.
"Into the woods" es de esos musicales en los que no hay canciones propiamente dichas, sino que más bien cogen un tema y lo estiran durante un largo rato en el que los personajes a veces cantan y a veces hablan sin más, sin que sepas muy bien el motivo de porque a veces si y a veces no. Y así se pueden tirar un cuarto de hora con cada canción, motivo por el que es imposible que calen en el espectador; bueno, por eso y porque no son pegadizas ni atractivas.
Al final lo más estimulante de la película es su reparto que, a la postre, se consolida como el principal baluarte de "Into the woods", aunque no puedes dejar de pensar que son transatlánticos navegando por el Duero. A poco más me puedo aferrar en esta segunda colaboración consecutiva entre Rob Marshall y Disney, pero lo peor es que la tercera esta por llegar.