Media votos
6,4
Votos
741
Críticas
741
Listas
19
Recomendaciones
- Sus votaciones a categorías
- Mis críticas favoritas
- Contacto
- Sus redes sociales
-
Compartir su perfil
Voto de Rawlico:
6
4,2
1.581
Comedia. Fantástico
Tom Brand (Kevin Spacey) es un ejecutivo sin escrúpulos que disfruta viviendo la vida al límite y dedicándose plenamente a su trabajo, aunque su familia no esté muy feliz con ello. Como regalo de cumpleaños para su hija, Tom le compra un gato a Grant (Christopher Walken), un tipo bastante extraño. De camino a su casa Tom sufre un terrible accidente y queda en coma... Al menos su cuerpo, porque su alma quedará atrapada en el gato. (FILMAFFINITY) [+]
10 de septiembre de 2016
8 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hace escasos meses adoptamos una gata por primera vez y mi mujer tenía ganas de ver esta película sólo por eso. No ha sido una pérdida de tiempo. Es una comedia que venía de ser azuzada por las críticas, pero que sin embargo resulta entretenida con su humor slapstick. A la mayoría de personajes que aparecen no le gustan nada los gatos y de ahí que se vean escenas que nos den algo de sentir. Pero realmente sólo tratan de enseñar la miseria de esas personas.
A nivel interpretativo, la verdad es que el elenco está regular. Salvando los actores más populares y especialmente Christopher Walken. Pero existen otros que francamente sobran. El gato (real, bastante grande y que en las "escenas de riesgo" se ve apoyado por efectos especiales de animación) interviene en momentos en que nos pueden recordar a nuestra mascota o alguno de esos vídeos que hemos visto en la red. Que por cierto, tienen su homenaje tanto para bien como para mal.
En cuanto a la historia y su desarrollo, es casi todo muy previsible pero no se hace para nada aburrido. Se genera un deseo en el espectador de que la familia reconozca al padre, al tiempo que se le coge mucha manía a algunos secundarios. El planteamiento es evidentemente surrealista, pero juega con la idea de los posibles reencarnamientos y que una cura de humildad es necesaria para darnos cuenta de lo que tenemos.
A nivel interpretativo, la verdad es que el elenco está regular. Salvando los actores más populares y especialmente Christopher Walken. Pero existen otros que francamente sobran. El gato (real, bastante grande y que en las "escenas de riesgo" se ve apoyado por efectos especiales de animación) interviene en momentos en que nos pueden recordar a nuestra mascota o alguno de esos vídeos que hemos visto en la red. Que por cierto, tienen su homenaje tanto para bien como para mal.
En cuanto a la historia y su desarrollo, es casi todo muy previsible pero no se hace para nada aburrido. Se genera un deseo en el espectador de que la familia reconozca al padre, al tiempo que se le coge mucha manía a algunos secundarios. El planteamiento es evidentemente surrealista, pero juega con la idea de los posibles reencarnamientos y que una cura de humildad es necesaria para darnos cuenta de lo que tenemos.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
- No entendí la inclusión de la ex mujer y esa niña repipi obsesionada por compartirlo todo en las redes sociales.
- En ese momento final de la película, sin saber que va a salvarse, se tira y sacrifica para evitar que su hijo se suicide. Lo que termina siendo su culminación de amor por su familia que no había demostrado en mucho tiempo y de ahí volver a su cuerpo original.
- Sobre la intención de comprar un perrito al final de la película, la entendí como una forma de continuar con una mascota pero distinta a la anterior supuestamente fallecida. En el sentido de que era irremplazable. Hasta que se dan cuenta del feliz desenlace y, evidentemente, prefieren a su gato.
- En ese momento final de la película, sin saber que va a salvarse, se tira y sacrifica para evitar que su hijo se suicide. Lo que termina siendo su culminación de amor por su familia que no había demostrado en mucho tiempo y de ahí volver a su cuerpo original.
- Sobre la intención de comprar un perrito al final de la película, la entendí como una forma de continuar con una mascota pero distinta a la anterior supuestamente fallecida. En el sentido de que era irremplazable. Hasta que se dan cuenta del feliz desenlace y, evidentemente, prefieren a su gato.