La verdad es que, teniendo en cuenta que esta película tenía como protagonista a Eddie Murphy (ídolo de millones de chavalines y chavalinas "all around the world"), que suele ser un actor muy cómico y entretenido, me esperaba bastante más. La película no es que tenga muchas posibilidades, pero se podría mejorar clarísimamente.

Verla fue una de las experiencias más raras que he tenido en mi vida. Había secuencias tan aburridas que casi me dormía, secuencias en las que la escena que estaba viendo me llevaba a pensar en otra cosa (que nada tenía que ver con la película), secuencias en las que pensaba "¿realmente pueden seguir siendo tan malos los efectos especiales en pleno siglo XXI?", escenas de acción que hasta llegaban a gustarme (claro que cuando yo vi esta película tenía bastante menos años que ahora, lo cual explica que llegase a ser algo entretenida para mí) y escenas en las que me ponía a hablar con la gente que estaba a mi lado en la sala del cine (no porque me aburriese, en realidad ni sé por qué).

El final es, como se suele decir, de cajón desde el principio de la película, y todo es muy previsible y esperable, aunque se supone que es una película para niños, así que tiene excusa.