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Voto de Tylercito:
1
2007
5,9
37.109
Animación. Comedia. Fantástico. Aventuras
Cuando Shrek se casó con Fiona, no cayó en la cuenta de que tarde o temprano acabaría siendo rey. Así, al caer enfermo su suegro, el Rey Harold, Shrek corre el peligro de tener que abandonar su amado pantano para ocupar el trono; a menos que encuentre un heredero. Decide entonces emprender un viaje con Asno y el Gato con Botas para encontrar a Arturo, el primo de Fiona. Mientras, en Muy Muy Lejano, el Principe Encantador recluta un ... [+]
23 de agosto de 2008
7 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
Shrek Tercero es el perfecto ejemplo de lo que -para mí- no debería ser JAMÁS el cine, una película "cómica" que más que la risa provoca el llanto, llanto amargo producido al descubrir en qué se está conviertiendo lo que antes fue un arte (recordemos que la taquilla manda, y Shrek Tercero fue un puto e incomprensible taquillazo mientras obras maestras contemporáneas como Zodiac recuperaron lo que habían costado de milagro).
Seré sincero: yo entré ya al cine odiando a Shrek -ese engendro verde fruto de una imitación de Homer Simpson muy poco afortunada-… pero es que salí abominándolo. Cuando espero que algo no me guste y voy a verlo, intento sacarle todos los fallos posibles para que mi prejuicio salga victorioso -sí, como crítico imparcial no tengo precio-, pero con este film no me hizo falta empezar a buscar defectos porque ellos solitos empezaron a agolparse en mis retinas uno tras otro nada más comenzar el metraje. Me había prometido no ir al cine a ver Shrek Tercero ni borracho, pero quedé con mi novia y unos amigos y me atreví a dar el paso (diré a mi favor que en un puto multicine de ocho salas proyectaban: Ocean’s Thirteen en una (ya vista -otra mierda-), Hostel II en otra (no meto a mi chica en un film así ni drogándola)… y Shrek Tercero en las SEIS salas restantes).
Shrek me pareció una película mala (soy un acérrimo Pixar-fan), pero con la novedad… y Shrek 2, UNA BAZOFIA. Sin embargo, esta segunda parte se vuelve increíblemente buena al compararla con la tercera película (¿película?), porque más que película Shrek Tercero resulta ser una pesada sucesión de gilipolleces supuestamente graciosas intercaladas entre canciones pop en inglés con Shrek y compañía haciendo más gracias pero esta vez en plan videoclip (por la música y eso).
Qué robo.
Seré sincero: yo entré ya al cine odiando a Shrek -ese engendro verde fruto de una imitación de Homer Simpson muy poco afortunada-… pero es que salí abominándolo. Cuando espero que algo no me guste y voy a verlo, intento sacarle todos los fallos posibles para que mi prejuicio salga victorioso -sí, como crítico imparcial no tengo precio-, pero con este film no me hizo falta empezar a buscar defectos porque ellos solitos empezaron a agolparse en mis retinas uno tras otro nada más comenzar el metraje. Me había prometido no ir al cine a ver Shrek Tercero ni borracho, pero quedé con mi novia y unos amigos y me atreví a dar el paso (diré a mi favor que en un puto multicine de ocho salas proyectaban: Ocean’s Thirteen en una (ya vista -otra mierda-), Hostel II en otra (no meto a mi chica en un film así ni drogándola)… y Shrek Tercero en las SEIS salas restantes).
Shrek me pareció una película mala (soy un acérrimo Pixar-fan), pero con la novedad… y Shrek 2, UNA BAZOFIA. Sin embargo, esta segunda parte se vuelve increíblemente buena al compararla con la tercera película (¿película?), porque más que película Shrek Tercero resulta ser una pesada sucesión de gilipolleces supuestamente graciosas intercaladas entre canciones pop en inglés con Shrek y compañía haciendo más gracias pero esta vez en plan videoclip (por la música y eso).
Qué robo.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
¡Y atención al mensaje final para los niños! Al menos, esta es la interpretación que hice yo: el -por casualidad- héroe verde y asqueroso "se salva" finalmente de cumplir con sus obligaciones (cuidar el reino de su suegro fallecido) metiendo a un pringado engañado en su lugar, mientras él huye-regresa a su charca-caverna de barro y mierda para revolcarse con miniShreks verdes, eludiendo olímpicamente sus responsabilidades.
Buena lección para tus hijos, sí señor.
No nos olvidemos tampoco del imprevisible ¿clímax? (imprevisible en el sentido de que te lo esperas malo pero jamás hasta ese punto): mientras la segunda entrega terminaba mal y previsiblemente, es decir, con el típico combate buenos vs. malos a ritmo de canción discotequera, en Shrek Tercero decidieron que lo mejor sería ahorrarse la batallita de rigor (por lo visto les hacía ilusión salir en El libro Guiness de los records como la película con el mayor anticlímax de la historia).
Comentemos un poco el panorama: ahí estaba yo, terminándome ya el litro de Coca Cola, con ganas de que empezara la típica batallita final para así salir pronto del cine; en pantalla se encuentra Srhek acorralado por todos los malos de cuentos infantiles famosos, y, de repente, aparece Arturo, el nuevo y horrendo personaje de la saga, que comienza a pronunciar uno de los discursos más demagógicos que he oído en un cine (y he oído varios…), y que se puede resumir en: "¿por qué sois así? ¿sólo porque os han escrito malvados tenéis que comportaros como tales?" Y entonces empiezan a tirar las armas todos los malos y a decir: pues a mí lo que realmente me gustaría es cultivar melocotones, y sandeces por el estilo. Y fin. Sí, fin, y yo con la boca abierta viendo al gato de mierda y al puto burro bailar junto a los títulos de crédito una canción de Justin Timberlake u otro m------ por el estilo.
Eso sin contar otras escenas estrella como la de la madre Fiona derribando paredes con la cabeza sin ningún tipo de justificación (sí, será un film para niños, pero no para retrasados mentales, ¿no?) o la de su padre/rana muriendo repetidas veces en un intento patético de hacer graciosa la muerte de un ser vivo.
Lo dicho. Qué robo.
Buena lección para tus hijos, sí señor.
No nos olvidemos tampoco del imprevisible ¿clímax? (imprevisible en el sentido de que te lo esperas malo pero jamás hasta ese punto): mientras la segunda entrega terminaba mal y previsiblemente, es decir, con el típico combate buenos vs. malos a ritmo de canción discotequera, en Shrek Tercero decidieron que lo mejor sería ahorrarse la batallita de rigor (por lo visto les hacía ilusión salir en El libro Guiness de los records como la película con el mayor anticlímax de la historia).
Comentemos un poco el panorama: ahí estaba yo, terminándome ya el litro de Coca Cola, con ganas de que empezara la típica batallita final para así salir pronto del cine; en pantalla se encuentra Srhek acorralado por todos los malos de cuentos infantiles famosos, y, de repente, aparece Arturo, el nuevo y horrendo personaje de la saga, que comienza a pronunciar uno de los discursos más demagógicos que he oído en un cine (y he oído varios…), y que se puede resumir en: "¿por qué sois así? ¿sólo porque os han escrito malvados tenéis que comportaros como tales?" Y entonces empiezan a tirar las armas todos los malos y a decir: pues a mí lo que realmente me gustaría es cultivar melocotones, y sandeces por el estilo. Y fin. Sí, fin, y yo con la boca abierta viendo al gato de mierda y al puto burro bailar junto a los títulos de crédito una canción de Justin Timberlake u otro m------ por el estilo.
Eso sin contar otras escenas estrella como la de la madre Fiona derribando paredes con la cabeza sin ningún tipo de justificación (sí, será un film para niños, pero no para retrasados mentales, ¿no?) o la de su padre/rana muriendo repetidas veces en un intento patético de hacer graciosa la muerte de un ser vivo.
Lo dicho. Qué robo.