Es muy raro que una película protagonizada por Denzel Washington sea aburrida. Me pongo a recordar y es que no me salen muchas de las suyas que sean malas. Las tiene mejores y peores pero casi todas te hacen pasar un buen rato. Pues esta vez pasa lo mismo. Es una película entretenidísima, con un argumento, aunque un poco previsible, está muy bien traído y las escenas de acción están bien rodadas. Buen cine de espías, que quizá vaya un poco a rebufo de Bourne en las escenas de persecuciones, en el que no faltan traiciones, topos, infiltrados… aunque el final es bastante predecible, se ve venir sin mucho esfuerzo.
Los actores protagonistas están bastante bien: Denzel Washington vuelve a ponerse en la piel de un personaje ambiguo que tan bien se le dan, porque uno se siente tan engañado como el resto de los personajes y nunca sabes por dónde te va a salir, una buena interpretación; por su parte Ryan Reynolds necesitaba una película como esta porque es de las pocas que se salva de su filmografía (esta y “Buried”, no nombraremos “Green Lantern”). Los dos bien secundados por Vera Farmiga, Brendan Gleeson y Sam Shepard.
Cine de entretenimiento para pasar un rato muy agradable. De las películas que se pueden ver bastantes veces, de esas que si las pillas en la tele te quedas viéndola tranquilamente porque divertir, divierte y evadir, evade. Por lo tanto, cumple su misión.