Este film parece que en vez de haber sido una película, tenía que haber sido un anuncio. Porque es lo que parece, un anuncio extendido hasta el extremo para realizar un largo. el guinista no se habrá devanado los sesos a la hora de escribir la película, porque los diálogos son escasos y, lo que es peor, son bastante estandarizados, los hemos visto y escuchado ya unas cuantas veces. Esto no es lo peor, porque la película es muy previsible: se ha visto ya cien mil veces el tema del asesino a sueldo que se enfrenta a su último trabajo, encuentra el amor y demás parafernalia. Eso está muy trillado y hace que todo sea demasiado previsible. Como anuncio de "El corte inglés" hubiera funcionado porque hay que ver lo elegante que es George Clooney y lo bien que le sientan los trajes. También podría haber servido como campaña de promoción turística de la Toscana italiana porque es una preciosidad, pero como película en sí no llena.
George Clooney hace muy buen trabajo, con economía de gestos y palabras y consigue transmitir tanto la desidia por el trabajo, el aburrimiento existencial como la chispa del amor recién encontrado, pero la insistencia del director de realizar una película minimalista y llena de silencios hace que se torne en aburrida y lenta. Para cuando llega el desenlace (muy previsible) uno ya está un poquitín aburrido.