El crítico de cine Antonio Trashorras debuta en el largometraje con una película que tiene como máximo objetivo ofrecer un homenaje a la Serie B y al giallo que llenaron el género de terror en los años sesenta y setenta.

Ese homenaje se ve evidenciado desde su inicio incluyendo unos créditos iniciales lisérgicos y pop y unos instantes que rozan lo cutre y excesivo, algo que ya estamos dispuestos a encontrarnos si evidenciamos sus referentes.

Lo malo está en que los personajes no son nada atractivos y Trashorras incluye experimentos y rupturas narrativas y visuales que perjudican gravemente a una película que podría haber llegado a ser de culto, si solo hubiera tratado la Serie B con el respeto que se percibe tras esas fugas que convierten el proyecto en fallido.