Se trata de un despropósito cuya magnitud resulta difícil de apreciar sin rozar los temidos spoilers. Baste decir aquí que el guión no tiene medida alguna, que este Holmes idea una muerte para sí mismo carente de toda lógica y que, de asistir a ella, al original le haría volverse a la tumba.
Se ofrecen, además, hasta tres explicaciones al final del metraje, a cual más estrafalaria, hasta el punto de que cuando llega la última no se sabe bien si se está asistiendo a un "cómo se hizo" o forma parte del episodio.
Todo esto y más en la zona de spoilers...
spoiler:
La lógica de ESTE Sherlock es la siguiente: es mejor confiar en 25 (VEINTICINCO) extraños para simular una muerte y engañar así a su mejor amigo (Watson) para que la publique en el Blog, que confiar directamente en el mejor amigo y pedirle directamente la publicación.
Evidentemente si hubiese elegido la segunda opción no habría habido historia, así que ¿la historia justifica el despropósito inicial?
Bueno, pues, sinceramente ¿qué historia? Porque de la muerte simulada de ESTE Sherlock se dan al menos tres versiones, la primera (la del arnés) de Holmes, la segunda de una fan y ¿la tercera (la de la colchoneta inflable)? ¿Es la versión de los técnicos de efectos especiales? Porque ahí donde aparece, pegada al final, a mi me hizo llegar a pensar que el episodio había acabado con el cliffhanger de la bomba y se había añadido un extra de “cómo se hizo”. ¡Hasta tal punto llega la incoherencia de la narrativa!
Por otra parte, ¿cuál es la genialidad de UN Sherlock que necesita a 25 agentes especiales para simular su muerte? Con una ayuda semejante cualquier hijo de vecino podría hacerlo. Ni siquiera Tom Cruise en Misión Imposible necesita tanta parafarnalia y sus logros y acciones son mucho más espectaculares.
En suma, un despropósito que no hay por donde agarrar.