No era para esperar demasiado, pero tampoco sorprendió en ningún sentido. Algo de acción, algo de sangre, algo de enigma, algunos chistes perdidos y hasta un romance medio extraño en el medio y al final. A pesar de ponerle todos los condimentos posibles, la película es aburrida de principio a fin (exceptuando, para los que gustan de eso, dos o tres escenas de arte marcial y acción pura) y no deja absolutamente nada. Traída de un videojuego, es lógico que no tenga demasiado desarrollo de guión, y los efectos especiales tampoco sobresalen como para destacarlos. Para pasar el rato, si es que no hay nada mejor que hacer.