Las novelas del prolífico Stephen King han servido para realizar decenas de películas, la mayoría de ellas pobres cintas de terror que han ido a parar directamente al fondo de las estanterías de videoclubes(a excepción de Carrie, El resplandor, Misery y alguna más). Sin embargo, una de las mejores adaptaciones la hizo el director y guionista Frank Darabont adaptando la novela "Cadena Perpetua". Y no, no es de terror.

Cadena Perpetua narra la historia de Andy Dufresne, un banquero que es acusado de asesinar a su mujer. Tras el juicio, le condenan a cadena perpetua y lo mandan a la prisión de Shawshank, donde conocerá a Red, "el único culpable de Shawshank", que es el que se encarga del contrabando dentro de la prisión. Con el paso de los años también trabará amistad (y enemistad) con otros singulares presos y ayudará al corrupto alcaide de la prisión para evadir impuestos.

Esta obra maestra del cine carcelario (y del cine en general) lo tiene todo para pasar a la historia como una de las mejores películas realizadas hasta la fecha. El dúo protagonista (Freeman y Robbins) ofrece unas interpretaciones asombrosas, sobrecogedoras en ciertos momentos. El guión es sencillamente magistral, un guión que a pesar de ser un tanto largo, no aburre, es más, asombra, emociona y entretiene durante las dos horas y media que dura la cinta. La música, la banda sonora y el montaje están a la misma altura y ponen la guinda a una película imprescindible, con algunos momentos y frases que ya han pasado a la historia.
Como decía Red "Hay pájaros que son demasiado bellos para ser enjaulados"