Aceptable película que cabalga a medio camino entre una historia de supervivencia post accidente aéreo y una historia de amor surgida por la soledad del momento. Su gran problema reside en que ninguna de las dos facetas acaba de llevarse el hilo argumental principal de la película y nos deja en una insulsa situación a medio camino de acabar de estar bien resuelta en cualquiera de las dos direcciones.

Tampoco acompaña demasiado la falta de química que se respira entre la pareja protagonista. Empezando por una Kate Winslet que a mí no me acaba de convencer demasiado (no solo en esta película, sino en sus papeles en general) y que se muestra aquí plana y aburrida y un Idris Elba que no pega ni con cola con ella. Nunca llegan a transmitir de verdad el sufrimiento por el que evidentemente están pasando allí arriba en las montañas, de manera que su relación sentimental de alguna manera no acaba de cuajar en el espectador. De hecho, sabemos que sufren más por lo que deducimos viendo los paisajes con sus montañas, sus nieves y sus temporales que por lo que se resuelve de sus interpretaciones. No se despeinan, no tiritan, no se les llena la cara de nieve, no necesitan guantes ni pasamontañas a pesar de caminar días enteros a miles de metros de altitud y lo que se cuentan parece que va más encaminado en todo momento a darse pellizquitos de monja para resolver sus diferentes puntos de vista para la elección de la mejor ruta a seguir y en desnudar sus cartas sentimentales en lo que a relaciones de pareja se refiere. Poco creíble. Así que como resultado se obtiene un dominguero paseo montaña arriba y montaña abajo con la inestimable compañía del perro más incansable e inmortal del mundo.

Paradójicamente la historia se vuelve más creíble y más fuerte cuando desaparece la montaña de nuestras vistas y llega la gran ciudad y se nos plantea el debate moral que ya vimos en "Seis días y siete noches" cuando Anne Heche y Harrison Ford volvieron a sus vidas cotidianas. De hecho, "La montaña entre nosotros" sigue demasiados paralelismos con aquélla (avioneta, accidente, supervivencia, amorío, reencuentro, etc, etc) pero resultando menos atractiva. En "Seis días y siete noches" se sentía todo más fresco, más vivo, con más química y con unos cimientos sentimentales mejor levantados entre la pareja aislada. Aquí sin embargo parece que el enamoramiento surja más por una falta de opciones que no por una atracción real de sus protagonistas. Todo se respira más frío, y no por la nieve precisamente.

Entretiene más o menos pero no perdurará en tu memoria.