Creo que 'Caballeros del Zodíaco' (2023, Tomasz Baginski) ha nacido con el propósito claro de hacer que parezca mejor 'Caballeros del Zodiaco' (2014, Keiichi Sato). Y doy constancia de que lo logra puesto que, desde su propio título, vende lo que no da. Aunque puede que no estrictamente, porque efectivamente aquí desfilan caballeros del zodíaco, dicho así en plural, concretamente... un par o tres.
A los mandos uno de los directores en nómina de la adaptación televisiva de 'The Witcher', con la que rivaliza en el grado de similitud -a buen entendedor- con su material original, pero desgraciadamente no por un contenido ultraviolento: ¿dónde está la sangre?
Lo dicho. Sirve para otorgar más enjundia y caché a la última tentativa animada de comprimir todo argumentalmente en poco más de una hora y media.
Pero no nos engañemos. En lo referente al reparto más conocido por el público occidental, tanto Famke Janssen como Sean Bean (no os lo espoilearé, pero ya sabéis), un Nick Stahl que aún está en activo por lo visto y el inmortal Mark Dacascos, se han involucrado en peores embolados que éste. Madison Iseman -la rubia de las últimas de Jumanji- es una Atenea menos lánguida y cursi de lo que recordaba.
La peor parte se la lleva el pequeñín de Nick Stahl tratando de dar el pego como el imponente Cassius aunque tenga un tamaño más aproximado al casio de Piqué.
Famke Janssen gana por partida doble mostrando cierta recuperación de su expresividad y concurriendo, de forma fugaz o en la distancia, en una reunión de villanos de 'Goldeneye' (1995, Martin Campbell).
No es peor que 'Dragonball Evolution', 'Super Mario Bros' o 'Tekken'... ya, ya sé que esos otros son videojuegos, pero yo me entiendo.
Tampoco es mucho mejor.