Dura película, una más de las que se han centrado en la pena de muerte y en supuestos "falsos culpables". Sin duda, para no ser nada original, diré que la gran baza de la película es Susan Hayward, con una actuación de quitar el hipo. También es interesante, por supuesto, el alegato en contra de la administración de justicia y sus "peculiaridades" (hay un par de detalles en el juicio de auténtica traca) y en contra, como no, de la prensa sensacionalista y carroñera (no hemos mejorado nada, por cierto). Por lo demás, la película despista un poco porque parece tener como dos partes muy distintas, una primera que se parece mucho al cine negro, con esa banda de Gerry Mulligan poniendo la parte musical y una segunda donde entra de lleno en el drama judicial-.carcelario. Quitando esa falta de unidad, una buena película.