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España España · Ourense
Voto de CarlosEle:
9
Romance. Drama Hong Kong, 1962. Chow, redactor jefe de un diario local, se muda con su mujer a un edificio habitado principalmente por residentes de Shanghai. Allí conoce a Li-zhen, una joven que acaba de instalarse en el mismo edificio con su esposo. Ella es secretaria de una empresa de exportación y su marido está continuamente de viaje de negocios. Como la mujer de Chow también está casi siempre fuera de casa, Li-zhen y Chow pasan cada vez más ... [+]
26 de julio de 2010
6 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Esta es una historia sobre el auténtico amor. Un amor sin condiciones, ese por el que puedes esperar largo tiempo y sabes que siempre estará ahí. Un amor en que sobran las palabras y los gestos lo dicen todo. Un amor oculto, que comienza allá donde otro acaba. Pero sobre todo, esta historia trata sobre la soledad.

El señor Chow y la señora Chan son dos personas que se encuentran solas. Viven en el mismo edificio, de alquiler en casa ajena, lo que amplifica su soledad, a pesar de vivir rodeados de gente. Ambos están casados, pero eso no les hace sentirse acompañados. Sus monótonos trabajos, su tren de vida… hacen que acaben ocupándose más de la vida de otros que de la suya misma. Sus respectivos cónyuges pasan mucho tiempo fuera de casa, con la excusa de un viaje eterno por el extranjero.
Sus parejas les engañan, salen juntos desde hace mucho tiempo, y ni siquiera han tenido el valor suficiente para decírselo. Pero ellos son diferentes. En el momento en que se dan cuenta de su situación, ambos se aman en silencio. Chow tiene una ambición y la saca a relucir; siempre ha querido ser escritor. Comienza compaginando su labor literaria con su trabajo de oficina, pero al final abandona este último en detrimento de su labor literaria y se muda a una casa nueva. La habitación número 2046.
Chan le ayuda con sus escritos, es su fuente de inspiración. A pesar de todo, no es capaz de dejar a su marido. Chow debe dejar Hong Kong si quiere continuar con su carrera literaria. Sabe que Chan nunca le acompañará, en el fondo no es tan fuerte como él.

Esta es la historia de un reencuentro que nunca tuvo lugar. A pesar de sus intentos, la ocasión no se produce jamás. Tal vez no estuviesen hechos el uno para el otro, pero la llama de su amor nunca se apagará… Es demasiado fuerte como para que incluso el tiempo acabe con él.

Wong Kar Wai rueda una historia absorbente que te sumerge por completo en el Hong Kong colonial de los años 60. Sin apenas guión, consigue que sea el propio espectador el que defina la historia, dejando de actuar como mero espectador en la relación entre Chow y Chan. A todo esto contribuye la magnífica música, con varios temas de Nat King Cole cantados en español así como piezas clásicas al ritmo de imágenes ralentizadas que evocan una atmósfera… embriagadora.
Todo ello potenciado por los tonos empleados en la película, jugando con una fotografía de contrastes y situaciones, donde la cámara en ocasiones tiene que retratar lo más mínimo (el edificio en que viven) con el máximo detalle. Como si el espectador no fuese más que un “voyeur” en la relación entre los dos, que capta los momentos más banales, pero que resultan los más reveladores.

Conclusión: película que lanzó a la fama internacional (si no lo había logrado ya) a Kar Wai, una historia bella tanto por su factura como por el relato de la misma, que nos demuestra el pulso que este cineasta mantiene con la realización cinematográfica clásica. Sublime.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
CarlosEle
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