No es una gran película, pero sí es una gran adaptación.

Y es que sinceramente, no creo que se pudiera mejorar mucho. De partida teníamos un trailer, tremendamente entretenido y con la sensación de que llevarlo a la gran pantalla sólo podía estropearlo. Era algo parecido a cuando vi el trailer de Juan de los Muertos. Todo olía a que llevado al largometraje la cosa se iba a atascar a los veinte minutos, pero no fue así. Machete da lo que ofrece, y entretiene sobremanera. Es un producto muy perecedero como demostró su floja secuela, pero que se disfruta lo justo como para salir contento de la sala.

Robert Rodríguez y Ethan Maniquis se rodean de caras conocidas para darle por fin el reconocimiento que Danny Trejo merecía en esto del cine de acción. El eterno secundario siempre aliado con los malos se ve recompensando con una legión de seguidores que devorarán las películas de Machete como si de una fiesta con burritos se tratara. Machete es un homenaje a las películas de acción ochenteras de repúblicas bananeras pero con un regustillo a picante que la convierte en una película bastante "actualizada", destacándose de esa categoría y ofreciendo algo más que ese simple tributo.

Una película más inteligente de lo que cabía esperar, para un público no tan sesudo.