Es realmente difícil expresar con palabras el porqué del éxito (justificado) de esta película. No estamos ante una típica película de culto sobrevalorada por medio mundo y aceptada por extension por el otro medio, estamos ante una película absorbente y sobrecogedora como pocas, que al ser descrita no deja ver ninguna maravilla pero que al verla deja en el recuerdo una película inolvidable.

No se le puede poner ningún pero, salvo el hecho de que no te guste pasarlo mal viendo una película. El grado de profundidad de los personajes es tal que acabas por sentirte una parte de todos ellos. Todos los actores rozan la perfección, desde un sorprendente Jared Leto hasta una Ellen Burstyn que al principio parece interpretar un personaje cómico.

La forma en la que está rodada la película es tan dura como el tema que trata, mostrándonos lo que otras muchas películas han intentado con mediocridad. La felicidad temporal que te pueden proporcionar las drogas frente a su poder destructivo a medio y largo plazo. Si todavía existe algun ser humano que dude del perjuicio de las drogas, poner esta película puede servir hasta de material didáctico al respecto.

Pero más allá del soberbio tratamiento que se le da a las drogas, hay otro tipo de drogas que se ven reflejadas en la película, como la sociedad de consumo, que se aprovecha de la gente de la que se retroalimenta para crecer en un bucle infinito de deploro humano.

Réquiem por un sueño conseguirá lo que muchas otras jamás han siquiera rozado, que no quieras volver a verla de la angustia que has pasado pero que a la vez la consideres una de las genialidades mas representativas del inicio de milenio.