Insomnio es una de esas películas que objetivamente no tienen demasiado de especial, ya que, de thrillers policíacos andamos un tanto servidos, pero el arte de Nolan empieza a ser algo incuestionable, un director que está dando una esperanza dentro del estancamiento hollywoodiense con películas tan entretenidas como profundas.

En esta ocasión, se rodea de caras conocidas del mundillo y el resultado es sorprendente. Interpretativamente la película no tiene ninguna laguna, salvo quizá Robin Williams un poco desubicado en ocasiones, pero tanto como los principales como los secundarios están perfectos en sus papeles, especialmente Pacino, que a pesar de que al principio encarna a un policía un tanto sobrado y típico acaba consiguiendo transmitir su angustia con su demacrada expresión facial víctima de su insomnio.

La película goza de mucha profundidad psicológica, de continuos debates entre lo que debería ser y lo que es y casi cualquier situación referente a la doble moral, que tantas veces hemos visto en el cine pero de la que Nolan consigue que parezca que es algo totalmente nuevo.

No es la mejor película de Nolan, pero si que es de los mejores thrillers policíacos de los últimos tiempos, con la suficiente profundidad para considerarse una película interesante y reflexiva y con la suficiente intensidad para resultar un entretenimiento lúdico más que aceptable.