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Voto de Cinemagavia:
5
Ciencia ficción. Aventuras Un grupo de jóvenes se embarca en una aventura cuando descubren planes secretos para construir una máquina del tiempo, que utilizarán para arreglar sus problemas y obtener beneficios personales. (FILMAFFINITY)
1 de septiembre de 2020
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
*Viajar en el tiempo para irse de fiesta

A menudo suelo decir que una película que contenga viajes en el tiempo ya me tiene ganado de inicio. Es lo que me pasó, por ejemplo, con esa disfrutable nadería que es Time Trap, recientemente incluida en el catálogo de Netflix y al que ahora se une esta otra película de ciencia-ficción para adolescentes. Sin embargo, Bienvenidos al ayer (Project Almanac), se convierte en la excepción que tiene toda regla.

Y es que no hay por donde cogerla. Su enfoque es tremendamente infantil y el guion tiene más agujeros que los quesos de Gruyère. Se nos describe a unos jóvenes que tienen altos conocimientos científicos, pero que luego son incapaces de retener en su memoria la tabla periódica de los elementos que te enseñan en cualquier instituto. Son suficientemente inteligentes como para construir una máquina del tiempo a través de unos planos, cuando la mayoría somos incapaces de montar un mueble de IKEA sin que nos sobren o falten piezas. Pero cuando deben tomar decisiones importantes, su cerebro queda reducido a la mínima expresión de la testosterona adolescente.

Son personajes tan estúpidos que teniendo el poder para viajar en el tiempo, lo único que se les ocurre hacer es dedicar media película a ir a fiestas y conciertos (como si eso fuera algo que no pudieran hacer en el presente). Es acojonante que tengan que hacer más de cinco viajes para intentar aprobar un examen oral (y eso que se suponía que eran genios), pero solo hagan un viaje para hacerse ricos ganando la lotería (¡para encima equivocarse en un número! y no vuelven).

*La inconsistencia de las paradojas temporales

Pero eso no es lo peor de Bienvenidos al ayer (Project Almanac). El guion tiene tal dejadez que está repleto de incongruencias en su aplicación de la lógica interna que tienen los viajes en el tiempo. Las paradojas temporales que te explican en la película se incumplen una y otra vez. Sus identidades duplicadas aparecen y desaparecen según conviene en cada momento y sin justificación. Todo vale porque tratan al espectador como tonto.

Entiendo que se trata de un entretenimiento ligero, pero eso no quita que se tengan que cuidar ciertos detalles cuando te metes a realizar una película de ciencia ficción. En cualquier película, por fantasiosa que sea, lo imposible debe parecer realista en una pantalla, si no la magia se evapora. Un buen ejemplo de cine que maneja las paradojas temporales a las mil maravillas y que aúna la fábula adolescente con la ciencia ficción de entretenimiento es la inolvidable trilogía de Regreso al Futuro. Ahí si hay un guion inteligente.

En Bienvenidos al ayer (Project Almanac), todo es tan absurdo y aleatorio, que aburre. Y encima, el director de los Power Rangers, utiliza la manida fórmula del found footage para justificar que todos los experimentos y viajes queden grabados con una cámara de vídeo. Cuesta creer en muchos momentos que sea necesario estar grabando, pero resulta delirante hacerlo cuando estás cometiendo un delito, por ejemplo. Es una pena que se desaproveche una historia que podía haber sido un divertimento palomitero para todos los públicos.

*Conclusión

Bienvenidos al ayer (Project Almanac) es un filme estadounidense de ciencia-ficción dirigido por Dean Israelite y producido por Michael Bay. Tiene un enfoque claramente dirigido al público adolescente como en su día hicieron El Efecto Mariposa o Time Trap, pero con mucha menos audacia narrativa que aquéllas. Peca de tener unos personajes tan endebles y un guion tan poco fluido que se acaba pareciendo más a American Pie o Proyecto X que a Regreso al Futuro o Chronicle. Así que si lo que estás buscando es una buena película de ciencia-ficción, puedes pasar tranquilamente de largo.

Además de tener innumerables errores en su planteamiento con las paradojas temporales, la mayor parte de los viajes al pasado se efectúan por motivaciones absurdas. Los guionistas culpables de este desaguisado son Jason Pagan y Andrew Deutschman, se lucen con su falta de imaginación. Una sosa historia de amor adolescente y la típica moraleja sobre los peligros de jugar a ser Dios, completan esta película tan tontuna como desaprovechada. Si buscas un entretenimiento palomitero, tal vez, te atragantes.

Escrito por Daniel Farriol
Cinemagavia
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