*Promesas incumplidas

De primeras, y sobre todo para alguien que no es de series, la idea de Modern Love suena muy pero que muy bien. Para empezar, son solo ocho capítulos independientes de media hora de duración los que la conforman. Además, la temática romántica y las caras conocidas que protagonizan algunas de las historias hacen que la experiencia suene más que apetecible. Al fin y al cabo, no es todos los días que Anne Hathaway, Dev Patel, Tina Fey, Andy García y Sofia Boutella comparten ficha técnica.

Lástima que con elementos tan prometedores, Modern Love resulte ser una sucesión de historias insustanciales que no aportan absolutamente nada novedoso ni de calidad al género. De hecho, ninguno de los ocho capítulos que la componen redime a la serie o impide, sencillamente, que no suene todo a mentira incluso estando basada en historias reales. ¿El principal problema? Los personajes y sus anodinas existencias.

*Amor sin sexo en Nueva York

Por momentos, Modern Love parece una versión light de Sexo en Nueva York con una gama más variada de personajes. Eso sí, la mayoría de ellos, al igual que Carrie Bradshaw y compañía, no tienen problema económico alguno y sus despejadas agendas les permiten pasear por la ciudad de Nueva York con una parsimonia que nos pone muy difícil el sentir cercanía alguna hacia ellos.

Modern Love también puede considerarse un intento fallido de recrear la película compuesta de cortos New York, I love you (2008), que no fue más que una pobre imitación de la versión francesa París, je t’aime (2006). Sin embargo, hay mejores formas de dedicarle una oda a la Gran Manzana y a las relaciones de pareja con problemas solo medianamente serios. No hace falta, por ejemplo, sino revisitar cualquiera de las grandes películas de Woody Allen para sentir simpatía hacia la clase acomodada neoyorquina y sus dificultades amorosas

*Cuando la realidad supera a la ficción

En vista de la popularidad de la columna en la que Modern Love está inspirada, la decepción y la curiosidad me llevaron a leer la historia en la que está basado el episodio protagonizado por Anne Hathaway. Pues bien, además de entender por qué los lectores del afamado periódico podrían encontrar este tipo de relatos conmovedores, también comprendí que John Carney (Once, Begin Again), director de cuatro de los episodios de la serie, despoja a la historia escrita por Terri Cheney de su honestidad y dureza para convertirla en una copia barata de La La Land. No me hizo falta leer más para saber que lo que falla en Modern Love no es el material original, sino la adaptación.

*Conclusión

Tal vez, tener que madrugar, pagar facturas, caminar bajo la lluvia sin un portero que cargue con mi paraguas o lidiar con dificultades más grandes que mi ombligo me haya convertido en una espectadora ligeramente cínica. Sin embargo, no cabe duda de que Modern Love fracasa rotundamente a la hora de tratar temas como la muerte, el desengaño, el aburrimiento crónico o la infidelidad. Y es por eso que no será esta la serie que me haga cambiar de idea respecto al claro vencedor en el duelo ‘cine contra series’ que está teniendo lugar en la actualidad.

Escrito por Esther Alvarado