*La escuela de la vida

Son innumerables las ocasiones en que el cine ha retratado la docencia como forma de transformación de la conducta humana. Desde el Sidney Poitier de Rebelión en las aulas (James Clavell, 1967) hasta la Michelle Pfeiffer de Mentes Peligrosas (John N. Smith, 1995), en muchos de esos casos, se sigue la premisa de un nuevo profesor que debe hacerse cargo de alumnos conflictivos a los que acaba domesticando a través de la cultura y la empatía. En otros casos más extremos, esos alumnos están tan asilvestrados que, la única manera de enfrentarlos por parte del profesor de turno, es utilizar sus propias armas como el Tom Berenger de aquella mítica película de videoclub El sustituto (Robert Mandel, 1996).

En El profesor (Teacher), el enfoque es distinto. David Dastmalchian interpreta a un profesor de inglés, bastante creepy, que debe lidiar con sus propios demonios. Es un hombre con problemas para controlar la ira y con el consumo de alcohol, como consecuencia de las secuelas traumáticas de una adolescencia en la que sufrió bullying. En la actualidad, intenta evitar que en su clase haya jóvenes que sufran ese mismo acoso, pero deberá enfrentarse a un sistema educativo cobarde que prefiere mirar hacia otro lado, esperando que las cosas se solucionen por sí solas.

*Héroes y villanos

El profesor (Teacher) de esta película, utiliza la literatura shakesperiana para mostrar a sus alumnos la delgada línea que separa al héroe del villano, y como muchas veces comparten sentimientos o características. Esa es la cuestión central que emerge en la película y que se plantea como una cuestión moral al espectador. ¿Debemos tomarnos la justicia por nuestra mano o esa es la manera de seguir alimentando una cadena de odio y violencia? ¿Un acto violento nos convierte en héroe o villano según las circunstancias en qué se produce?

El profesor (Teacher) juega constantemente con nuestras expectativas. Es provocadora cuando nos incita a posicionarnos y devastadora cuando éstas casi nunca se cumplen. No siempre es sutil o acertada en sus planteamientos, pero sí logra captar nuestra atención desde el principio y no nos suelta hasta el final.

El debutante realizador, Adam Dick, se muestra enérgico y directo con una puesta en escena no demasiado lucida, pero dotando a su narrativa de un vigor sorprendente. Hay una sensación de desasosiego latente que te mantiene en tensión durante toda la película.

*Conclusión

El profesor (Teacher) es el debut de Adam Dick. Un drama sobre el abuso en toda su extensión, desde el abuso escolar hasta el abuso de poder. Utiliza los textos de William Sakespeare como lienzo para reflexionar sobra la violencia social y sobre como dependiendo del punto de vista puedes pasar de ser un héroe a un villano (y viceversa). Es un debate moral interesante que está intrínseco a la historia, pero que nunca se interpone a la acción o el suspense de los acontecimientos.

Sin llegar a los insoportables extremos de la terrorífica Después de Lucía (Michel Franco, 2012), El profesor (Teacher) es una película muchas veces incómoda que generará una parecida impotencia en el espectador. Una ópera prima que elude el tono sentimentaloide de cierto cine centrado en el profesorado educativo, que resulta tan imperfecta como llena de ideas sugerentes.

Escrito por Daniel Farriol