*Øvredal, un cineasta mitológico

Al director noruego André Øvredal le llegó el reconocimiento internacional con La autopsia de Jane Doe, una de las mejores muestras del cine de género de los últimos años. Recuperaba allí el espíritu de un cine de terror puro, sin ínfulas grandilocuentes ni concesiones al público juvenil. En aquel filme flirteaba con la mitología y lo sobrenatural a través de la brujería, ese acercamiento a lo místico se convierte en una búsqueda constante en su cine.

Con Troll Hunter abordó el subgénero del found footage con gran sentido por el espectáculo de entretenimiento, recuperando la mitología nórdica a través de la aparición de unos trolls gigantes que vivían ocultos en las montañas. En Historias de miedo para contar en la oscuridad, se servía de los cuentos de horror contados al calor de una hoguera, para apelar al imaginario colectivo e incluso dar vida a un espantapájaros. Y en la adaptación a serie del cómic Enormous, recreaba un mundo postapocalíptico en el que, tras un colapso medioambiental, emergían bestias gigantescas que ponían en jaque a la raza humana. Ahora, en Mortal, vuelve a afrontar el cine de género desde una perspectiva mitológica. La película casi podría considerarse como el reverso contracultural del cine de superhéroes actual.

*Thor, el Dios que maneja el clima

Mortal nos plantea la persecución de un hombre cuando se descubre que tiene unos extraños poderes sobrenaturales. Sin embargo, tras protagonizar un desafortunado incidente, más que un don es una desgracia que le convierte en un paria. El típico inicio de película de superhéroes se transforma en una intriga mucho más oscura al estilo de las excelentes El hijo (Brightburn) (David Yarovesky, 2019) o Freaks (Zach Lipovsky y Adam B. Stein, 2018). Poco a poco, iremos descubriendo que sus poderes están relacionados con el pasado mitológico escandinavo y, más en concreto, con el poder de Thor, el Dios del martillo que maneja el clima.

No es la primera vez que se hace una propuesta como esta. Sin ir más lejos, el año pasado se presentó en Netflix la primera temporada de la serie Ragnarok que partía de ese mismo punto. Eso sí, las diferencias entre la serie y esta película son más que evidentes. Si en aquélla existía un enfoque juvenil, donde se nos presentaba el nacimiento del nuevo Thor en un entorno de high school movie, en Mortal el acercamiento que se hace es mucho más interesante y adulto, aunque no plenamente satisfactorio.

*¿Un mesías o un villano?

Mortal tiene una realización excelente que saca partido a sus pocos recursos (los efectos visuales son un poco de mercadillo). Se utilizan muchos primeros planos y la cámara busca siempre encuadres atípicos para recrear el caótico universo mental de su protagonista. Es cierto que falta una mayor carga psicológica de los personajes para dotar a la acción de más personalidad. Eso perjudica la credibilidad del conjunto. La acción está bien construida, pero la trama acaba siendo insustancial. Es una pena que también se desaproveche el aspecto teológico con la metáfora sobre el mesías, creo que ahí había un buen terreno para explorar.

Se introduce una trama romántica con calzador y sobran subtramas que poco aportan, como la del padre vengador. Pero Mortal sigue siendo un curioso filme fantástico que vuelve a demostrar el talento de Øvredal como creador de atmósferas arraigadas a la mitología popular. Además, es un cineasta tremendamente respetuoso con el cine de género. Siempre busca fórmulas que lo alejen de la infantilización constante que está sufriendo el fantástico. Su cine tiene claras influencias de clásicos del género realizados en los años 70-80, pero también se mira sin pudor en el espejo de la Serie B que abarrotaba las estanterías de los videoclubs.

*Conclusión de ‘Mortal’

Mortal es un filme de género fantástico dirigido por el noruego André Øvredal. Nos propone un curioso cruce entre el cine de superhéroes clásico con la mitología nórdica. Pero no esperes una película al estilo de las adaptaciones de los cómics de la Marvel. Saca partido a los pocos recursos económicos que tiene para plasmar sus efectos visuales, a través de un gran trabajo de cámara y una puesta en escena muy creativa.

La película tiene un desarrollo argumental bastante pobre, pero el buen uso de la intriga y la acción, hacen que nos mantengamos interesados en todo momento. Eso sí, el desenlace es un poco abrupto y te deja una sensación amarga. Sin inventar la penicilina, Mortal se convierte en una buena muestra de cine fantástico oscuro, con algunas ideas visuales arriesgadas.

Escrito por Daniel Farriol