Media votos
7,8
Votos
1.391
Críticas
273
Listas
61
Recomendaciones
- Sus votaciones a categorías
- Mis críticas favoritas
- Contacto
-
Compartir su perfil
Voto de davilochi:
10
7,2
941
Drama
1921. Tras la entrada del Ejército Rojo en Odessa, los refugiados griegos vuelven a su país. Comienza entonces la historia de amor entre Alexis y Eleni, que se criaron juntos. Pero el padre de Alexis, que se siente muy solo tras la muerte de su mujer, desaprueba ese amor porque él querría casarse con Eleni. Por esta razón, los dos jóvenes abandonan el pueblo para ir a Salónica, aunque acabarán vagando por toda Grecia sin rumbo fijo. ... [+]
15 de julio de 2011
17 de 19 usuarios han encontrado esta crítica útil
Con estas palabras se refiere el historiador Mark Mazower en uno de sus libros a la ciudad de Salónica, lugar donde transcurre esta película y muchas otras de Theo Angelopoulos, tanto es así que su puerto -con la famosa avenida Nikis Odós- ya se ha convertido en un lugar reconocible para todos los amantes de su filmografía. Nikos, uno de los protagonistas de la película, habla de ella como "la ciudad de los prófugos, una herida que no se quiere cerrar". La coincidencia entre el historiador y el director griego a la hora de interpretar la historia de esta urbe es más que evidente, no podría ser de otro modo dada su traumática historia, por ello, esta es una de las cosas que podemos contemplar en esta película. En esta ocasión, la ciudad del Golfo Termaico se va a convertir en el punto de encuentro de decenas de miles de griegos expulsados o huidos de diferentes puntos del Mar Negro -en este caso huyendo de la Revolución rusa-, Tracia oriental y Asia Menor -tras la ocupación griega de Esmirna y su posterior derrota a manos de los turcos en 1922.
Los protagonistas principales de la película, Eleni y Mihalis, proceden de la antaño multicultural ciudad de Odesa, uno de los microcosmos de aquella Mitteleuropa que fue destruida para siempre por la violencia política y étnica de la primera mitad del siglo. La historia de estos dos jóvenes griegos -así como la del resto de protagonistas que los acompañan- no es más que un reflejo concreto y, por lo tanto, microscópico de la gigantesca tragedia sufrida por millones de europeos durante la primera mitad del siglo XX.
Angelopoulos dibuja en esta película un inmenso fresco de la Salónica de inicios del siglo XX -y con ello de la Grecia de aquellos tiempos. Por su ambición -aunque no por su estilo- el producto final es comparable a la grandiosa "Novecento" de Bertolucci: un intento por comprender uno de los periodos más traumáticos de la historia nacional, en este caso la griega. Los refugiados, cristianos ortodoxos en el mejor de los casos -muchos de ellos no entendían ni tan siquiera lo que significaba ser griego, de hecho algunos hablaban mejor el turco que el griego- llegados de todos los puntos tenían como destino dar lugar al Estado-nación griego en regiones que habían sido adquiridas apenas diez años antes. Sin embargo, como la película muestra a la perfección, las cosas no fueron nada fáciles, una mujer se lamenta de que "Vinimos de Asia Menor buscando una patria y esta gente nos trata como animales". Conseguir un hogar permanente se convirtió en un infierno de trámites burocráticos.
Destinos como el de Eleni, la protagonista, no fueron extraños en aquellas circunstancias. Las grandes masacres de Esmirna llevadas a cabo por los turcos durante la evacuación de la ciudad (unos 30.000 muertos entre griegos y armenios) o los estragos de la guerra civil en Rusia dejaron a millares de niños y niñas huérfanos para los cuales hubo que encontrar hogares o lugares de acogida
Los protagonistas principales de la película, Eleni y Mihalis, proceden de la antaño multicultural ciudad de Odesa, uno de los microcosmos de aquella Mitteleuropa que fue destruida para siempre por la violencia política y étnica de la primera mitad del siglo. La historia de estos dos jóvenes griegos -así como la del resto de protagonistas que los acompañan- no es más que un reflejo concreto y, por lo tanto, microscópico de la gigantesca tragedia sufrida por millones de europeos durante la primera mitad del siglo XX.
Angelopoulos dibuja en esta película un inmenso fresco de la Salónica de inicios del siglo XX -y con ello de la Grecia de aquellos tiempos. Por su ambición -aunque no por su estilo- el producto final es comparable a la grandiosa "Novecento" de Bertolucci: un intento por comprender uno de los periodos más traumáticos de la historia nacional, en este caso la griega. Los refugiados, cristianos ortodoxos en el mejor de los casos -muchos de ellos no entendían ni tan siquiera lo que significaba ser griego, de hecho algunos hablaban mejor el turco que el griego- llegados de todos los puntos tenían como destino dar lugar al Estado-nación griego en regiones que habían sido adquiridas apenas diez años antes. Sin embargo, como la película muestra a la perfección, las cosas no fueron nada fáciles, una mujer se lamenta de que "Vinimos de Asia Menor buscando una patria y esta gente nos trata como animales". Conseguir un hogar permanente se convirtió en un infierno de trámites burocráticos.
Destinos como el de Eleni, la protagonista, no fueron extraños en aquellas circunstancias. Las grandes masacres de Esmirna llevadas a cabo por los turcos durante la evacuación de la ciudad (unos 30.000 muertos entre griegos y armenios) o los estragos de la guerra civil en Rusia dejaron a millares de niños y niñas huérfanos para los cuales hubo que encontrar hogares o lugares de acogida
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
Lo que está claro es que la Salónica que conocemos hoy debe su aspecto a esta afluencia masiva de refugiados que en cuestión de diez años alcanzó cifras cercanas al millón de habitantes. Nada volvió a ser lo mismo.
Estos refugiados huyeron de la desgracia para encontrarse de nuevo con ella bajo nuevas formas. Mihalis da cuenta a Eleni de uno de sus sueños en su última carta enviada desde Okinawa, en éste contempla la desastrosa inundación del pueblo donde su familia se instaló recién llegada de Odesa como un presagio de lo que estaba por venir: el desbordamiento del río fue un producto del llanto de Grecia, de tal modo que los propios griegos alimentaban sin quererlo su macabra tragedia sin poder escapar de ella.
Así pues, junto a imágenes de una belleza que queda para los annales del gran cine (pienso en la escena del puerto, donde Eleni y Mihalis se reunen en torno a una mesa redonda mientras suena "Ondas del Danubio"; o, por qué no, en la marcha de los habitantes del pueblo inundado portando banderas negras y montados en canoas que avanzan lentamente en medio del desastre) Angelopoulos nos va mostrando los trazos de los principales acontecimientos de la historia griega. El golpe de estado de Metaxas, contemporáneo al de Franco en España, desencadenará una brutal represión contra los movimientos políticos y sindicales de izquierda en todo el país, llevándose por delante a muchos de los nuevos griegos venidos de Turquía y las regiones ocupadas ahora por la Unión Soviética (Nikos, el principal valedor de Mihalis como acordeonista, muere asesinado). Dicha represión era una condición sine qua non para dar rienda suelta a los delirios de grandeza del general para la instauración de la Tercera Civilización Helénica, siendo buena muestra de ello los cánticos de los jóvenes fascistas griegos desde el tren: "Adelante por una Grecia nueva... Adelante con nuestra gloria que despertará con el tiempo". Dada su condición de perseguido político Mihai se verá obligado a emigrar a Estados Unidos, lo cual será más fácil gracias a su condición de músico, pero dejará atrás a su esposa e hijos, la cual será encarcelada por el Reino de Grecia durante la sangrienta guerra civil que siguió a la Segunda Guerra Mundial por prestar asistencia a un partisano herido. Durante su encarcelamiento de cuatro años de duración morirán sus dos hijos, enfrentados en bandos opuestos durante el conflicto fratricida, y su marido -en la batalla de Okinawa- mientras combatía con el ejército estadounidense para lograr la nacionalidad que acercara a los suyos al sueño americano.
Así, el destino de Eleni (nombre cuyo significado etimológico quiere decir "griega") se convirtió en el destino de Grecia: huérfana, viuda y madre de dos gemelos muertos. Uno más entre los muchos dramas del siglo XX, la sobrecogedora historia personal de una prófuga, represaliada y refugiada, de ahí el carácter universal que evoca toda la película.
Estos refugiados huyeron de la desgracia para encontrarse de nuevo con ella bajo nuevas formas. Mihalis da cuenta a Eleni de uno de sus sueños en su última carta enviada desde Okinawa, en éste contempla la desastrosa inundación del pueblo donde su familia se instaló recién llegada de Odesa como un presagio de lo que estaba por venir: el desbordamiento del río fue un producto del llanto de Grecia, de tal modo que los propios griegos alimentaban sin quererlo su macabra tragedia sin poder escapar de ella.
Así pues, junto a imágenes de una belleza que queda para los annales del gran cine (pienso en la escena del puerto, donde Eleni y Mihalis se reunen en torno a una mesa redonda mientras suena "Ondas del Danubio"; o, por qué no, en la marcha de los habitantes del pueblo inundado portando banderas negras y montados en canoas que avanzan lentamente en medio del desastre) Angelopoulos nos va mostrando los trazos de los principales acontecimientos de la historia griega. El golpe de estado de Metaxas, contemporáneo al de Franco en España, desencadenará una brutal represión contra los movimientos políticos y sindicales de izquierda en todo el país, llevándose por delante a muchos de los nuevos griegos venidos de Turquía y las regiones ocupadas ahora por la Unión Soviética (Nikos, el principal valedor de Mihalis como acordeonista, muere asesinado). Dicha represión era una condición sine qua non para dar rienda suelta a los delirios de grandeza del general para la instauración de la Tercera Civilización Helénica, siendo buena muestra de ello los cánticos de los jóvenes fascistas griegos desde el tren: "Adelante por una Grecia nueva... Adelante con nuestra gloria que despertará con el tiempo". Dada su condición de perseguido político Mihai se verá obligado a emigrar a Estados Unidos, lo cual será más fácil gracias a su condición de músico, pero dejará atrás a su esposa e hijos, la cual será encarcelada por el Reino de Grecia durante la sangrienta guerra civil que siguió a la Segunda Guerra Mundial por prestar asistencia a un partisano herido. Durante su encarcelamiento de cuatro años de duración morirán sus dos hijos, enfrentados en bandos opuestos durante el conflicto fratricida, y su marido -en la batalla de Okinawa- mientras combatía con el ejército estadounidense para lograr la nacionalidad que acercara a los suyos al sueño americano.
Así, el destino de Eleni (nombre cuyo significado etimológico quiere decir "griega") se convirtió en el destino de Grecia: huérfana, viuda y madre de dos gemelos muertos. Uno más entre los muchos dramas del siglo XX, la sobrecogedora historia personal de una prófuga, represaliada y refugiada, de ahí el carácter universal que evoca toda la película.