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España España · Ourense
Voto de Nuria:
10
8,1
114.130
Animación. Fantástico. Aventuras Chihiro es una niña de diez años que viaja en coche con sus padres. Después de atravesar un túnel, llegan a un mundo fantástico, en el que no hay lugar para los seres humanos, sólo para los dioses de primera y segunda clase. Cuando descubre que sus padres han sido convertidos en cerdos, Chihiro se siente muy sola y asustada. (FILMAFFINITY)
2 de mayo de 2018
6 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
...y no solo sigue sin aburrirme, sino que sigue dándome cosas nuevas. Supongo que un poco como la vida, aunque no sé si eso es lo que caracteriza a una buena película. Me temo que voy a acabar haciendo una crítica totalmente subjetiva, pero es que no sabría qué consejo darle a alguien que aún no la haya visto y quiera saber si al hacerlo le va a gustar o no. Lo bonito del cine (o del arte, como quieran llamarlo) es que, aunque haya mucha gente trabajando en él como en cualquier otro lugar, y por tanto se merezcan un reconocimiento a su trabajo (y a los que no trabajan, que "habelos hailos", pues se les critica y punto), es que tiene un algo que no se puede describir, en algún lugar de la película hay un espacio en blanco que debes cubrir con tu nombre. Y así, la película se convierte en algo único e irrepetible, como el lugar, el día o el momento de tu vida en que la viste. Yo he visto esta película varias veces en distintos momentos de mi vida a los largo de más de 10 años, y siento como si en cada momento me hubiese dicho una frase diferente, unas palabras que necesitaba escuchar justamente en ese preciso instante. Es increíble como una historia puede viajar contigo.

Leí muchas interpretaciones interesantes acerca de esta película, una de ellas pocos minutos antes de escribir esta misma, aquí, en FilmAffinity, sobre una persona que opinaba que la película alababa el valor del trabajo, y ostia, tiene mucha razón. Es algo en lo que no me había fijado hasta ahora. También está la archiconocida interpretación del viaje hacia la madurez que realiza Chihiro a través del cuento. Porque esto es un cuento. Y no porque aparezcan sapos parlantes, brujas malvadas o entrañables compañeros de viaje, sino porque en él están todos los arquetipos que desde tiempos antiguos jalonan los mitos que nos ayudan a crecer. Lo que más está presente en el Viaje de Chihiro son las sensaciones, y aunque la película te hace llorar VARIAS veces, por VARIAS razones distintas, la mayor parte del tiempo la sensación más intensa es la angustia. La angustia por la pérdida, la incertidumbre, el desamparo, la inseguridad, el miedo, la desesperación... No puedo evitar pensar en cómo los niños viven todo eso multiplicado por dos porque, a parte de ser personas y, como toda persona, sienten angustia, no tienen ni la menor idea de lo que ello significa ni de como gestionarlo. Para ayudarlos están los cuentos, que ponen cara y nombre a esos múltiples sentimientos y nos ayudan a enfrentarnos a ellos, consiguiendo que los personajes y las historias permanezcan en nuestra memoria cuando somos mayores, como el recuerdo borroso de pasadas hazañas realizadas en un mundo al que, sin embargo, no podemos volver. Por eso también deja tristeza. La tristeza que solamente se nota cuando creces y te das cuenta de que lo único que ha cambiado desde que eras pequeño es que ahora sabes mucho más claramente que no volverás atrás. Porque no se puede volver atrás.

Pero también hay esperanza, claro, y esa extrañamente positiva emoción de estar a la vanguardia de las cosas cuando no tienes ni idea de lo que te espera más adelante. Esa sensación de que aunque muchas cosas se pierdan en el camino, tu yo del presente solo puede evolucionar hacia adelante. Eso es independencia, fuerza, confianza. Una de las cosas que más me fascinan de esta película es como, simplemente, es más BUENA que la mayoría de las personas que conozco (y me incluso, desgraciadamente), sin necesidad de hacer a los personajes perfectos ni edulcorados, todos acaban teniendo su segunda oportunidad, tienen su final feliz después de las penurias y los errores, y no se guardan rencor entre ellos, porque todos, TODOS, hacemos el mismo viaje de humildad y comprendemos que no hay jerarquías, que todos pasamos por lo mismo y que por lo tanto todos nos podemos ayudar los unos a los otros a encontrar nuestro camino y nuestro lugar en la vida. Eso es lo que nos hace maduros, y Miyazaki lo sabe.

Lo siento, m'emosionao.
Nuria
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