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España España · Shangri-La
Voto de Echanove:
6
Comedia. Musical. Fantástico. Romance Debido al triunfo de la Revolución, Carola (Marisol), la joven y hermosa heredera del trono, abandona su país para salvar la vida. Constantemente vigilada por sus servidores, amenazada por continuos atentados, sometida a las puntillosas exigencias de su cargo, se aburre desesperadamente. Un día, no pudiendo soportar más su encierro, se escapa de casa. Descubre entonces el placer de la libertad y, por primera vez en muchos años, se ... [+]
7 de julio de 2023
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Todo el mundo la considera una película fallida y olvidable, y no sólo Pepa Flores, sino el propio Jaime de Armiñán, que debutó aquí como director de cine, tras una trayectoria ya muy prolífica y exitosa en TVE, pero si tienes un día o una tarde un poco tonta y te sientas delante de la pantalla con buenos ojos, pasarás un rato divertido. Y si además te gusta el cine español de entonces y/o eres un cinéfilo un poco friki, verás que aunque no sea una obra maestra esta comedia musical tiene muchos elementos de interés.

¿Que el guión es bastante disparatado e inverosímil? Oye, pues como en tantos musicales de aquel llamado cine yeyé de los 60 y 70, que igual era precisamente eso lo que pretendían. Pero es que encima este se sale de los habituales tópicos de aquellos -un grupo que quiere tener una oportunidad- al presentarnos a una Marisol ya bien crecidita encarnando a una especie de princesa exiliada de la Syldavia de Tintín o de la Libertonia de los Hermanos Marx en Sopa de Ganso (Leo McCarey, 1933). Una Marisol que en cierto modo hace un poco de sí misma, pues su personaje también quiere disfrutar de la vida y enamorarse como una chica normal y salir de la jaula de oro en que la tienen recluida.

Y todo impregnado de un sutil sentido del humor, sin ápice alguno de sal gorda (se ve la mano de Armiñán), que empieza por la peculiar corte de la princesita -con unos Rafael Alonso y José Sazatornil muy bien elegidos y una secuencia de baile en la que ambos se ponen a bailar "a lo ruso" que vale por toda la peli- y continua con el encuentro con un jovencísimo y casi imberbe Tony Isbert que la introducirá en una sala de fiestas imposible.

Y la historia de amor de la pareja, entre desternillantes diálogos de besugos derivados de la situación (todo lo del restaurante es también muy divertido), algún que otro grito destemplado de ella y entrañables ojitos, tiene su punto cómico y tierno, salpicado de números musicales impagablemente kitsch.

Y es que Marisol, que ya era aquí toda una mujeroncilla camino de ser definitivamente Pepa Flores, está preciosa y encantadora Y exhibe esa comicidad y gracia que seguramente siempre tuvo -aunque de niña resultase a veces algo repelente- y que ha sabido heredar su hija María Esteve: esa voz profunda, ese acento andaluz, capaz de soltar con la mayor ingenuidad y gravedad las mayores sentencias, desarmando al espectador y provocando a veces una carcajada ahogada.

La fotografía, en colorines pop, exhibe asimismo una Barcelona rutilante, brumosa e irreal, y los números musicales son además visualmente muy imaginativos, con muchos efectos gráficos y visuales que remiten en ocasiones a cierta psicodelia. Y el ritmo, aunque la peli no tenga todo el rato el mismo nivel del inicio, para nada tiene altibajos ni parones, como alguien ha señalado. Y aunque la presencia de Jaime de Mora y Aragón no sea lo mejor del filme, tampoco le viene del todo mal. (Lo único que chirría un poquitín son las secuencias de las idas y venidas de Alonso y Sazatornil al puerto de Copenhague).

(Sigo en Zona spoiler)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Echanove
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