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Voto de Beatlespock:
3
7,2
102.601
Drama
Ramón (Javier Bardem) lleva casi treinta años postrado en una cama al cuidado de su familia. Su única ventana al mundo es la de su habitación, que da al mar, donde sufrió el accidente que interrumpió su juventud. Desde entonces, su único deseo es morir dignamente. En su vida ejercen una gran influencia dos mujeres: Julia (Belén Rueda), una abogada que apoya su causa, y Rosa (Lola Dueñas), una vecina que intenta convencerlo de que vivir ... [+]
23 de diciembre de 2011
4 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
No se trata de un título original. El primer éxito del grupo aragonés "Los héroes del Silencio" se llamaba "Mar adentro", 20 años antes de que Amenábar se atreviese con su primera película conceptual. Curiosamente, los de Bunbury hicieron cuatro discos, cuatro, empezando de manera modesta con "El mar no cesa" - que contenía el single "Mar adentro", siguiendo con un muy bueno "Senderos de traición", asombrando con el increíble "El espíritu del vino" y rematando una carrera espléndida con el musculoso "Avalancha", antes de su disolución como grupo. Trayectoria opuesta a la del cineasta chileno-español, que empezó de manera sensacional con "Tesis" y "Abre los ojos", y ha acabado haciendo dos trabajos desiguales, "Los otros" y el que nos ocupa.
Evidentemente, la comparación es un pour-parler, ya que estamos enfrentando el tocino con la velocidad. Lo importante es que Amenábar ha caído en el oportunismo comercial más evidente, máxime teniendo en cuenta que en "Los otros" se dejó la originalidad olvidada en algún guión del pasado y rapiñó temáticas ya vistas antes. Esta vez no toca plagio, sino un drama asegurador del taquillazo recurriendo a la explotación de uno de los debates más complicados que se pueden escuchar en cualquier tertulia española: el derecho a una muerte digna y la eutanasia. "Mar adentro" está muy bien filmada y llevada en volandas por actores competentes y de indiscutible valía dramática (lástima que todo lo bueno que tiene Bardem como actor lo destroce después en sus ridículas y contradictorias reivindicaciones partidistas), pero es más un documental que una película propiamente dicha, y, por ello, no la puedo calificar con generosidad, ya que uno debe saber con exactitud el tipo de film que va a ver.
Grandioso marco el que forman los paisajes gallegos para explicar una historia real con dosis de tristeza y humor a partes iguales. Y una escena inolvidable, que merece pasar a la historia de los momentos más bellos filmados en nuestro país, en el spoiler.
Evidentemente, la comparación es un pour-parler, ya que estamos enfrentando el tocino con la velocidad. Lo importante es que Amenábar ha caído en el oportunismo comercial más evidente, máxime teniendo en cuenta que en "Los otros" se dejó la originalidad olvidada en algún guión del pasado y rapiñó temáticas ya vistas antes. Esta vez no toca plagio, sino un drama asegurador del taquillazo recurriendo a la explotación de uno de los debates más complicados que se pueden escuchar en cualquier tertulia española: el derecho a una muerte digna y la eutanasia. "Mar adentro" está muy bien filmada y llevada en volandas por actores competentes y de indiscutible valía dramática (lástima que todo lo bueno que tiene Bardem como actor lo destroce después en sus ridículas y contradictorias reivindicaciones partidistas), pero es más un documental que una película propiamente dicha, y, por ello, no la puedo calificar con generosidad, ya que uno debe saber con exactitud el tipo de film que va a ver.
Grandioso marco el que forman los paisajes gallegos para explicar una historia real con dosis de tristeza y humor a partes iguales. Y una escena inolvidable, que merece pasar a la historia de los momentos más bellos filmados en nuestro país, en el spoiler.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
Ramón Sampedro, en sueños, se levanta de su perenne lecho, vuela sobre los bosques, los prados y el mar y logra, por unos minutos que saborea como si le fuese la vida en ello, corregir el terrible error de juventud que le ha postrado en la irremediable inmovilidad. Hasta nosotros,los espectadores,nos creemos que el milagro ha sucedido, para despertarnos en la cruda realidad poco después con el protagonista.