Haz click aquí para copiar la URL
Voto de Sirah Wiedemann:
10
Drama. Thriller República Democrática Alemana, año 1984. El capitán Gerd Wiesler (Ulrich Mühe), un hombre solitario, es un competente oficial del servicio de inteligencia y espionaje de la Stasi, la todopoderosa policía secreta del régimen comunista de la RDA. Sin embargo, cuando le encomiendan que espíe a la pareja formada por un prestigioso escritor (Sebastian Koch) y una popular actriz (Martina Gedenk), no puede ni siquiera imaginar hasta qué punto ... [+]
16 de agosto de 2013
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Berlín, una de las ciudades europeas más multiculturales del momento. Decadente, capitalista, vanguardista, comunista, destruida y reconstruida, en permanente reinvención. Ciudad testigo de los vaivenes del siglo XX. Escenario dónde se iniciaron las dos Guerras Mundiales y epicentro de la Guerra Fría. Ciudad que se vio obligada a pagar un alto precio cuando un día de agosto de hace cincuenta y dos años se levantó un muro que separó familias, esperanzas y sueños. Un muro que sobrecogió al mundo durante 28 años. El Muro de la Vergüenza.

Corre el año 1984, el Muro permanece impasible como un claro símbolo de la división de la RFA (República Federal Alemana) y la RDA (República Democrática Alemana). Todavía no se aprecian signos visibles de la decadencia en la que se vería inmerso el organigrama de la RDA tras la llegada al poder de Gorbachov, si bien se perciben muestras de malestar y críticas, a menudo por vías extraoficiales y provistas de toda clase de artimañas con el fin de exponer en Occidente el ambiente asfixiante que existía en Berlín Oriental. Como casi siempre ocurre en todo Régimen impuesto, la censura comienza fijando su vista en los intelectuales. Y en esta película, las papeletas le tocan al escritor Georg Dreyman y a su pareja, la actriz Christa-Maria Sieland. El capitán Wiesler, eficiente agente de la Stasi (la Policía Secreta del Estado) es el encargado de la operación denominada “Lazslo”. Lo que no sospecha Wiesler es que esta tarea lo llevará por derroteros insospechados. Todo apunta a que el escritor que va a ser espiado es el único intelectual realmente fiel al Estado, pero tras visionar en escena una de sus obras de teatro hay quienes creen que sería conveniente espiarlo por “si acaso”. Los motivos de dicha decisión son de diversa índole, por supuesto, y vienen a confirmar la sospecha de que la naturaleza de algunos seres humanos a menudo es corrompida por el poder, ya esté disfrazado de socialismo, capitalismo, fascismo o cualquier otro tipo de organización sociopolítica. Pero dicha película también habla de cómo a veces quienes creían tener su vida controlada pueden encontrar en un momento inesperado un atisbo de duda que los conduce a comportarse de manera realmente altruista. Si, altruismo, pero no del que algunos definen como portarse bien con otros sin más, sino que me refiero al altruismo que consiste en ayudar a alguien a sabiendas de que el apoyo que das probablemente te perjudicará.

Respecto a la ambientación de la película solo puedo decir que es fabulosa. Siempre he imaginado que Berlín en aquellos años sería como se muestra en esta producción. Esa fotografía decadente y gris, que nos muestra unas calles y unos personajes invadidos por el miedo, con la única idea de pasar desapercibidos. Pues llamar la atención era sinónimo de problemas. No me gustaría que esta crítica se interprete como un ataque total contra el sistema económico que propugnaba la RDA, mis intenciones van por otro sitio y critican otros aspectos de aquel Estado. No siempre el fin debe justificar los medios. Una sentencia que data de hace muchos siglos pero que muchos defienden en los días que vivimos. Esto pasa y pasará, sea cual sea el Sistema. Siempre he creído en ello. Volviendo otra vez a la historia, también he de decir que la recreación del organigrama de la Stasi está muy lograda, las extorsiones, los vecinos, amigos y familiares que se convertían en espías. Muchas veces obligados. Las estadísticas dicen que uno de cada cincuenta adultos de Berlín Este fueron colaboradores de la Stasi. Un dato aterrador. No es de extrañar que tras la caída del Muro algunos ciudadanos dudasen a la hora de acercarse a ver los archivos, más que nada por miedo a descubrir quién de su círculo cercano lo había vigilado, delatado y puede que hasta destruido humanamente. A nivel personal no puedo imaginar lo que debe significar haber vivido con ello.

Una película dura pero conmovedora al mismo tiempo, que trata de acercarnos al pasado cercano de una ciudad que merece la pena conocer. El “despertar” que brinda Berlín a quien se adentra en sus calles y su Historia es difícilmente igualable.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Sirah Wiedemann
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow