Nos encontramos ante un film de terroristas islámicos secuestradores de aviones tan catastrófico que aunque lo vieras en un viaje EEUU-EEAAUU sufrirías tanto con ella que caerías en los brazos de Morfeo. Tenemos personajes famosos pero no honran a la película pues algunos como Steven Seagal hacen un papel pésimo, también Halle Berry (que nunca fue buena actriz) nos ofrece más de lo mismo realizando un mero acompañamiento por ser simplemente la sensación física y la novedad del momento en Hollywood, muchos otros de sus actores y actrices de reparto que ahora ya son más famosos comparten su causa realizando papeles sobreactuados y de puro tramite. La película desprende algunas escenas de esperanza gracias a Kurt Russell que le pone casta e interés a su papel pero no nos vayamos a emocionar por su mera presencia porque la película no llega ni a ser interesante pues todo es previsible en ella y a partir de la mitad del film uno se pregunta: ¿Cuando acabará esta agonía? ¿no ha sido ya bastante sufrimiento?

Sus carencias pesan el triple que sus méritos (que son prácticamente inexistentes) y este film esta falto de esa chispa de suspense y de credibilidad a la hora de rodar las escenas y de el dar crédito que necesita un buen film de terrorismo, es somnolienta y más irregular que una montaña rusa, su trama es completamente irrelevante, circunstancial y con poca chicha (por no decir nula), ya para terminar los calificativos solo decir que es únicamente recomendable para usar como somnífero o para competir en una valoración sobre las películas más malas de la carrera de alguno de los actores involucrados en este film.

Mi voto es de '3,9 sobre 10' para esta catástrofe aérea.