Parece que la moda de los Slashers (films sobre grupos de "estudiantes" que acaban siendo masacrados por un asesino en serie filósofo y vengativo, básicamente) continua su curso, y ya son bastantes años conviviendo con estos productos.

El argumento de esta película se ha visto mil veces en otras películas y en esta no se añade ningún elemento de relevancia que la desvie un ápice de otros similares. Y es una pena, porque el inicio prometía bastante, con humor muy negro, pero que se va diluyendo con cada nueva muerte, no hay lugar para las sorpresas, se sabe quien va a morir y las situaciones son vulgares, concluyendo con un enrevesado y absurdo final. Da la sensación de asistir a una fiesta constante en la mansión Playboy con un asesino suelto, pues lo única que muestran sus protagonistas es carne (pero sólo escotes y faldas, no sea que el personal se asuste), pues las interpretaciones resultan lamentables; como muchos decis en vuestras críticas, Rumer Willis no ha heredado los genes de sus padres. ¿Qué pinta Carrie Fisher en esta película?

Gritos y más gritos con el loco suelto y desfiles de modelos; las muertes tampoco son originales, son previsibles y ni se crea tensión ni terror, y lo peor de todo, que no tiene ni pizca de gracia. Clichés y tópicos bailan en la pantalla por doquier, y las propias protagonistas son una revisión de las típicas películas sobre estudiantes (la zorra, la pija dominante, la empollona, la exótica...), el guión también resulta pésimo (-¿Quién anda ahí? -Muerte-. ¿Quién anda ahí? -Muerte bis-.). Quizás el manejo de las cámaras sea de lo poco salvable del film. Lo mejor, la banda sonora.

Tampoco me extiendo más en esta crítica, por que hay poco que comentar la verdad. Apenas divierte y resulta previsible y simplona. Mucho más floja que otras producciones similares, una verdadera pena.