T2-Transpotting
¡Elige vida!
Ya han pasado más de veinte años de la primera entrega , presentada en el Zinemaldia y con la consabida fiesta posterior que organizamos en el KU de Donostia y de la cual conservo la camiseta promocional y restos de la monumental resaca de aquella noche. La pegada que tenía Trainspotting, la acidez, la mala leche y los dramas que se desencadenaban entre tanta drogadicción, nos agarró del cuello y su fotografía áspera, se quedó fija en las retinas de todos junto al peor WC de Escocia que podría haberlo sido de cualquier otra parte del mundo.
Ésta nueva entrega tiene un comienzo espídico en un gimnasio con un musicón terrible que da muy buena espina, si bien dura lo que dura, más bien poco. La película arrastra en exceso el peso de la primera entrega y solo cuando se sacude todos sus fantasmas del pasado, es cuando T2 comienza a funcionar por sí sola. Hay partes sobresalientes junto a otras bastante flojas, osea es un film irregular, pero no deja de pegar unas cuantas bofetadas a la conciencia de los espectadores ni de presentar ese envoltorio tan sugerente y ese universo propio que caracteriza a su director DANNY BOYLE. Es una película necesaria, porque ya estábamos hartos de historias de amor, de dramas raciales, psicópatas, parejas de baile y niños que recorren medio mundo para buscar a su mamá. La vida ha sido dura para estos yonkis reconvertidos en escoria social y nuevamente el destino les guarda a todos una putada a la medida de las mierdas en que acostumbran a meterse.