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Voto de Travis Bickle:
9
Acción. Aventuras. Drama En el año 180, el Imperio Romano domina todo el mundo conocido. Tras una gran victoria sobre los bárbaros del norte, el anciano emperador Marco Aurelio (Richard Harris) decide transferir el poder a Máximo (Russell Crowe), bravo general de sus ejércitos y hombre de inquebrantable lealtad al imperio. Pero su hijo Cómodo (Joaquin Phoenix), que aspiraba al trono, no lo acepta y trata de asesinar a Máximo. (FILMAFFINITY)
13 de junio de 2017
14 de 17 usuarios han encontrado esta crítica útil
Con un demoledor comienzo que pone el listón altísimo a los casi 180 minutos restantes del film, Ridley Scott dirige con gran maestría y sentido común la historia de venganza de Máximo Décimo Meridio encarnado en uno de sus actores fetiche: Russell Crowe.

Todo el despliegue técnico y artístico para la realización de Gladiator es evidente que no repararon en gastos. La historia es bien sencilla y apta para cualquier sistema nervioso sin importar el número de neuronas con las que cada uno cuente. No obstante, no es una historia vacía. Tiene muchos diálogos interesantes y está llena de frases que son parte de la historia del cine. La acción, el principal atractivo de la cinta, satisface todo lo que uno puede esperar: calidad, espectacularidad y realismo.

Muy probablemente Ridley Scott cierre algún día sus ojos sin tener ningún Óscar bajo el brazo. Su nominación sin recompensa final podría considerarse una gran injusticia en aquella noche en la que Gladiator fue nombrada mejor película del año 2000. Pero hubo una injusticia mucho mayor que la sufrió en sus carnes Hans Zimmer. ¿Quiénes puñetas fueron los miembros ebrios que decidieron que ésta banda sonora no era la mejor? No es que fuese la mejor de aquel año, sino que con casi total seguridad es una de las mejores bso que se han escrito sobre una partitura desde que se parió esto del cine. Otra injusticia más de tantas y tantas con estos premios.

Ridley Scott es el padre de grandiosas películas y de otras no tan buenas, pero en aquellas en las que hay una espada de por medio, tiene una habilidad especial. Y con Gladiator firmó su obra maestra en el género épico. Ya todo estará dicho en torno a esta película, por lo que sólo queda disfrutarla cada vez que uno desee pasar cerca de 3 horas en medio de arena bañada en sangre ante un Coliseo al grito unísono de: “¡Máximo, Máximo, Máximo!”
Travis Bickle
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