Los creyentes podrán ver exactamente lo que el título dice; “un calvario”, esta vez sufrido por un hombre de Fe sin más, no elegido por dios (o quizá si). La pasión de Cristo en una mundana semana de un mundano pueblo; es advertido de su auto crucifixión, se hace consciente de su misión, y sigue el mismo proceso que siguió el Cristo original consiguiendo reforzar el sentido de la religión. Confió en que todo creyente de están página aceptará la feroz crítica a la Iglesia, nunca gratuita, y necesaria para que la mejor historia jamás contada vuelva al siglo XXI.

En cuanto a los no-creyentes ; verán un amplio elenco de matices del ser humano, lejos, lejísimos de condicionamientos religiosos, la iglesia es un personaje más, todos igual de protagonistas por las mismas debilidades humanas que nos arrastran a “la soledad del niño huérfano”, soledad acompañada por una cotidianidad excelentemente reflejada por la película, el transcurso aparentemente monótono de los días, nunca aburrida, enganchándote por la intriga, un pronunciado humor cínico, y la cercanía que podemos sentir con nuestros congéneres, esas escenas del típico pub irlandés, esos paisajes grandiosos y de belleza arriesgada que parecen darnos todas las oportunidades para una experiencia vital clara, limpia y sublime, pero que sólo son el decorado mientras vivimos sin saber ni lo que hacemos ni a dónde vamos.

Pero también veremos la eterna posibilidad del ser humano de auto-salvarse, aunque no tiene el típico final feliz que nos hubiera gustado, y por ello tiene aún más merito. Película de las que te hacen sentir y te “dejan el cuerpo …..”.