Con la franquicia diluyéndose progresivamente tras los escasos resultados con Jeremy Renner como el desmemoriado Bourne, el combo más efectivo hasta la fecha formado por Greengrass y Damon, inesperadamente, vuelve al rescate. Si de las reticencias de antaño por parte de Damon para volver pudiera desprenderse el agotamiento de la fórmula, el retorno del Bourne original no parece obedecer a esa sensibilidad. Con una argumento más que elemental y unas líneas de diálogo para Damon que podrían caber en un par de servilletas, esto vuelve a ser aún más un "callejeros viajeros" de pistoleros al "corre que te pillo". Greengrass no afina en esto de meter cuantos más cortes por minuto permita la capacidad cognitiva humana, que para eso es el jefe de la Biodramina cinemática. El nuevo Bourne marcha de acelerón continuo, lo que le convierte en el viejo Bourne pero con más protagonismo del ruido, persecuciones donde la masa máxima autorizada es cosa de nenas ( la carga del camión blindado es deliciosamente desorbitada), depilación del entrecejo a base de plomo...y todo el repertorio esperado para una "macho movie" de manual. Sí, incluso con la Vikander de por medio, que tiene más pelo en el pecho que un Bourne que se nos antoja algo sentimental. Todo ya quizás muy rutinario, y fuera deseable una vuelta de tuerca... O no.