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Voto de el hombre del coco:
8
Thriller. Drama Nueva York, 1988. La difusión de un nuevo tipo de droga ha traído una oleada de crímenes. En inferioridad de condiciones frente a las viejas y nuevas bandas de traficantes, la policía pierde por término medio dos agentes al mes. Bobby Green (Joaquin Phoenix), el encargado de un club de Brooklyn frecuentado por la mafia rusa, intenta mantenerse al margen del conflicto. Pero Bobby guarda un secreto: tanto su hermano, el teniente Joseph ... [+]
3 de marzo de 2017
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
¿Bebe el cine de James Gray de los Padrinos de Coppola? Posiblemente. Y posiblemente sin su influencia el cine de Gray no sería lo mismo.
La noche es nuestra bebe directamente del cine de Coppola y en concreto de sus películas de la saga Corleone. No nos engañemos, los polis parecen mafiosos italianos. Es como si dos familias rivales estuvieran luchando por hacerse con el poder en una ciudad y buena parte de lo que vemos en la película parece ser un reflejo de algo ya visto antes en El Padrino. ¿Alguien no ve en Joaquin Phoenix una especie de Michael Corleone, que no quería seguir con el negocio familiar pero se introduce en el negocio (en El Padrino matando a Sollozo y al jefe de la policía de Nueva York y aquí delatando al capo ruso de turno, capo que representa a la familia rival)?. Y además esto será el inicio de poner en peligro a su familia (igual que en El Padrino).
Pero vamos a ver, si hasta Bobby Duvall sale en la película. ¿De verdad necesita más explicación?
La fotografía es deudora de Gordon Willis y la puesta en escena cercana en concepto al Padrino parte III (así como buena parte del vestuario).
Los dos hermanos protagonistas son unos nuevos Michael y Sonny con algún toque de Fredo (sobretodo cuando Wahlberg se ve impotente al final de la película). Y el atentado que sufre Wahlberg rememora el ataque a Don Vito en El Padrino (y los planos del hospital también, aunque su traslado recuerda estéticamente, y mucho, a su tercera parte); el entierro que hay en la película recuerda al entierro de Don Vito en el Padrino y al igual que en el Padrino el malo malísimo viene al entierro (como hacía Barzini). E incluso como en las películas del Padrino, por encima del villano aparente siempre hay otro villano que permanece en la sombra.
Sí, sin duda la cinta es deudora de la saga de Coppola. Pero eso no es negativo, es una baza bien jugada. La película funciona bien en todos (o casi todas sus caras) y Phoenix está soberbio (el resto del reparto también, pero es él quien se lleva al final la mayor atención); solo se echa en falta más garra a la película porque al final a la película le queda poco margen para sorprender al espectador porque suenan muchas de las cosas que vemos a algo ya visto. Pero pese a eso una de las películas más llamativas de su año.

Por cierto, es uno de los últimos trabajos en cine de Wojciech Kilar. Dicho compositor, polaco, trabajó con Coppola en su versión de Drácula. Con Coppola hizo un trabajo enorme y aquí realiza un trabajo más ajustado pero demasiado me temo. Es una lástima que Kilar no consiguiera hacer una banda sonora de más peso en la película. Sin duda habría hecho ganar enteros a la película.

Y para acabar, imprescindible la escena última de Duvall. Y quien la haya visto lo entenderá.
el hombre del coco
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