Irregular propuesta que aun así me ha resultado bastante curiosa.
Simon Pegg interpreta a un irritante psiquiatra que insatisfecho con su vida, aun estando emparejado con una exitosa mujer que además tiene la cara de Rosamund Pike (más fea de lo habitual) tiene la necesidad de viajar por todo el mundo (ya que su cartera se lo permite) y meterse en todos los embrollos que uno pueda tener en una vuelta por el mundo.
Momentos de postales exóticas, situaciones dramáticas forzadas, aparición de personajes estereotipados interpretados por actores consagrados.
Es en general demasiado aleccionadora. Sin embargo, su tono banal la redime.
La escena del avión me ha resultado entrañable. Por eso la salvo de la quema general que produce el análisis de la película, que a pesar de todo es sumamente entretenida.