Los hombres que miraban fijamente a las cabras es un absurdo delicioso, sin duda en gran parte por las magníficas actuaciones de Clooney y de McGregor, sin desmerecer lo más mínimo a Bridges y Spacey. Divertida y sin pretensiones, es una comedia curiosa, con cierto trasfondo que le da un agradable toque (esa escena en la que el irakí pide disculpas por el secuestro y Clooney le contesta que no se preocupe, que en américa también hay secuestradores, que mala gente hay por todas partes y la buena gente no tiene la culpa de ello, esten en el país que esten).

Dista de ser redonda, pero sabe muy bien lo que pretende y lo consigue: mantener al espectador entretenido, con una bonita sonrisa en la cara, durante 93 minutos que se pasan volando.

Y no se por qué tanta gente "llama a gritos" a los Cohen. Señores, de ser esta una peli de los Cohen sería una peli de los Cohen, no lo que tenemos entre manos. Y si bien a mi personalmente también me parecen unos directores y creadores de peliculas cojonudos, creo que esta peli no los necesita para nada siendo como es.

Bastante buena.