Pese a que su nombre aparece en los créditos como una especie de “presentador”, Quentin Tarantino no es el productor, director ni guionista de ‘El hombre de los puños de hierro’. Por su afinidad con RZA (aportó a la musicalización de Kill Bill) y Eli Roth (por ejemplo, productor de uno de los falsos trailers en Grindhouse), su nombre parece ser más que nada una movida de marketing, un apadrinamiento.

Robert Fitzgerald Diggs (RZA) tiene una extensa carrera en la musicalización de películas y, como actor, tuvo papeles secundarios en, por ejemplo, ‘Repo Men’ (2010), ‘Los próximos tres días’ (2010) y ‘American Gangster’ (2007), donde ya había compartido rodaje con Russell Crowe. Por su parte, el coguionista Eli Roth, tiene en su haber, por ejemplo, las producciones de ‘El último exorcismo’ (2010), ‘Hostel’ 1 y 2 (2005 y 2007), además de ser Donny Donowitz en ‘Malditos bastardos’ de Tarantino.

‘The Man With the Iron Fists’ abusa de las remisiones al estilo neo-exploitation de Kill Bill y, al ser tan explícitas, un poco pierde la gracia, otro poco sigue siendo atractivo. La artificiosidad de los chorros de sangre, la desaturación de los colores casi al monocromo combinada con la coloración de/en ciertos elementos y momentos, el desafío constante a la gravedad, las artes marciales coreografiadas al detalle, lo anacrónico de la música y, sobre todo, lo iconográfico y alegórico de personajes y lugares que remiten al universo del cómic.

Temas y motivos como la venganza, el destino (con una referencia explícita innecesaria en el nombre de un barco) y la lucha entre clanes también son parte del repertorio de Tarantino, así como el tratamiento paródico de los mismos y la “auto” burla consciente. En ‘The Man With the Iron Fists’, como en muchos films de Quentin o Robert Rodríguez, la sucesión de acontecimientos no tiene necesariamente una justificación mediante la causalidad de la lógica clásica. El asalto a la diligencia del gobernador que transporta oro (con un enfrentamiento implícito entre ciudad y aldea, o civilización y barbarie), la guerra entre bandos, la presencia de forasteros, etc. imponen algo del western a este film de acción y comedia.

Llama la atención el lugar que ocupan los niños en el film, “intocables” y siempre en medio de la acción. El personaje de Lucy Liu (similar al de Kill Bill), aporta a la temática el feminismo y la conquista del poder por medio del sexo, en un film que sorpresivamente no tiene ningún desnudo. Por su parte, RZA, el hombre de los puños de hierro, es el destino personificado y trae a colación la temática del racismo.

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