La serie se centra absolutamente en el romance entre los dos protagonistas. Hay algo de historia, algo de conspiraciones, algo de brujería...pero muy, muy poco. El protagonista absoluto es el romance.

Tiene momentos de sexo, aunque siempre con estos dos protagonistas. Él esta representado como una especie de Christian Grey en sus principios (un poco inseguro y poco dado al sadomaso). Y ella como un lobo con piel de cordero (no me hagas eso, no me hagas aquello...bueno sí, házmelo todo!)

La historia presenta muchas situaciones difíciles de justificar. Las cosas que ocurren no acaban de ser lógicas. Más bien responden a una especie de razonamiento de la escritora: "si yo fuera ella, qué me gustaría que me pasara? que me excitaría?"

Los paisajes y la fotografía son muy disfrutables. Los interiores van más justitos, repitiendose continuamente.

Sinceramente, dado su planteamiento, es una serie escrita más para mujeres que para hombres. Que de todo tiene que haber.