Los thrillers políticos suelen ser obras complejas y densas con dificultades para cumplir el deseo de contar todo aquello que se quiere contar sin caer en una reiterada repetición de difícil comprensión. Véase pues 'Show Me a Hero', 'In the loop' o títulos que tienen en el mundo de la política su nudo argumental.

'El caso Sloane' nos sumerge en un mundo algo desconocido para la inmensa mayoría como son los lobbys armamentísticos. Quien no es desconocido, sin embargo, es un John Madden que ha sabido llevar dicha ignorancia temática por buen camino, ofreciendo una cinta que, aunque termine resultando excesivamente densa en ciertos instantes, esta marcada por un regusto de inteligencia, solidez y frescura; sobre todo en cuanto a lo que política se refiere.

Chastain está correcta hasta la envidia en su interpretación: fiereza y brutalidad; una delicia verla en el papel protagonista y hacer tan suya la cinta. Ávida en sus objetivos, tanto el personaje como la actriz encargada de darle vida se convierten en lo que vemos: una maravillosa interpretación. La compañía de la misma (Mark Strong, Gugu Mbatha-Raw, Alison Pill, Jake Lacy...) aseguran la veracidad de dicha afirmación y son un complemento ideal para tan retorcida principal cuya empresa en la película no es otra que dejar boquiabiertos a todos los presentes.

Gran nudo y desenlace, 'El caso Sloane' muestra sus cartas sin miedo para ofrecernos un truco digno de ser realizado. Una película cuya realización y fotografía dejan ver que, a pesar de tener un centro sobre el que girar como lo es Chastain, alimenta mucho más a si misma con el resto de recursos que posee.

Crítica para MAGAZINEMA