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Fantástico
Cleveland Heep (Paul Giamatti), el encargado de un bloque de apartamentos, descubre una tarde a una ninfa (Bryce Dallas Howard) en la piscina de la urbanización. La criatura está inmersa en un viaje que podría devolver la esperanza a nuestro mundo, pero para completarlo necesitará la ayuda de Cleveland y de todos los vecinos. (FILMAFFINITY)
27 de enero de 2007
3 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Para la crítica, Shyamalan por su estilo de arte visual muy pocas veces no es entendido, pero el escribir, filmar y dirigir es una obra notable que sólo con el tiempo los mejores lo hacen.
La justificación de una historia es mucho más fácil que contarlo cuando no es real o documentado. El elemento “Cuento” rebobina una infinidad de ideas utilizadas por sus maestros para la narración.
Para mi crítica personal, éste director tiene uno de los estilos más finos que he visto en muchas producciones, cuando el público entienda su afinidad, será uno de los mejores.
La justificación de una historia es mucho más fácil que contarlo cuando no es real o documentado. El elemento “Cuento” rebobina una infinidad de ideas utilizadas por sus maestros para la narración.
Para mi crítica personal, éste director tiene uno de los estilos más finos que he visto en muchas producciones, cuando el público entienda su afinidad, será uno de los mejores.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
La historia de "la Ninfa", un cuento de origen oriental es contado por Shyamalan siempre con su estilo artístico al filmar, se mezcla con la vida de un hombre que por su pasado la esperanza es una de sus aferralidades. Su nerviosismo y corazón noble son los atributos para ayudar a “la joven del agua” a regresar a casa y escapar del peligro de sus perseguidores. Un final muy artístico propio del director termina la obra dejando ese sabor a arte y coherencia de la trama.
El gran pecado de Shyamalan fue haber contado una historia tan compleja, pero no así su excelente elemento de “Arte Visual” en el manejo de escenas de cámara, locaciones y guión.
El gran pecado de Shyamalan fue haber contado una historia tan compleja, pero no así su excelente elemento de “Arte Visual” en el manejo de escenas de cámara, locaciones y guión.