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España España · Palma de Mallorca
Voto de Robert Denigro:
5
Comedia. Drama Tras la Semana de la moda, Carl y Yaya, pareja de modelos e influencers, son invitados a un yate en un crucero de lujo. Mientras que la tripulación brinda todas las atenciones necesarias a los ricos invitados, el capitán se niega a salir de su cabina, a pesar de la llegada inminente de la célebre cena de gala. Los eventos toman un giro inesperado y el equilibrio de poder se invierte cuando se levanta una tormenta que pone en peligro el confort de los pasajeros. [+]
20 de febrero de 2023
75 de 100 usuarios han encontrado esta crítica útil
Colocar a un ser humano en una isla desierta no es precisamente una idea argumental muy original. Una idea que atraviesa la historia de la literatura desde la isla Utopía de Tomas Moro al "Señor de las moscas" de Golding. Sin ir más lejos actualmente la mayoría de televisiones generalistas recurren a este formato para ofrecer concursos de supervivencia. Ruben Östlund se sirve de una metáfora social bastante manoseada en su película más excesiva.

Ruben Óstlund sigue siendo el gran forense de las patologías del capitalismo extremo, como viene demostrando en sus últimas películas, casi una trilogía formada por "Fuerza mayor", "The Square" y "El triángulo de la tristeza". Pero todo lo que de afilada ironía había en las dos primeras, en esta última se vuelve vulgar, forzadamente provocador, excesivamente discursivo y para colmo gratuitamente escatológico. A Ösltund se le ha ido la mano con la metáfora, hasta el punto de que algunas situaciones son muy incoherentes.

Si en "El ángel exterminador" de Buñuel las personas de servicio doméstico eran las primeras en huir, en "El triángulo de la tristeza" el servicio toma el mando. Con mucha más gracia Bong Joo-Ho hizo algo parecido en la magnífica "Parásitos".

Personalmente el cine que critica el capitalismo siempre me genera dudas. ¿Realmente las películas de Östlund pretenden cambiar algo? o sirven para lo contrario, es decir: una reafirmación del sistema que pretende denunciar. El filósofo Marc Fisher, con mucha razón, decía que el capitalismo necesita de una calculada dosis de autocrítica para hacerse más fuerte. Así como en la edad media la culpa católica se limpiaba con el acto de confesión la culpa capitalista se lava con películas satíricas y un concierto de Beyonce contra el hambre en África.
Robert Denigro
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