Serie muy recomendable por su originalidad y trama. La serie contiene una gran crítica del modus operandi estadounidense en política exterior, mostrando lo absurdo de la guerra, la tortura que se practica, los discursos demagógicos de uno y otro bando, el sufrimiento y secuelas que deja la guerra, así como la utilización de estos casos en propio beneficio político. Todo ello con un ritmo generalmente rápido que no te deja indiferente.

La caracterización de los personajes está muy bien conseguido, así como la profundidad y evolución de cada uno de ellos. El más logrado es el de Carrie Mathison, oficial de operaciones de la CIA con el síndrome de bipolaridad. Lo mejor de la serie.

Todo ello sin un abuso de escenas tipo CSI, que se agradece. Lo que sí abusa es de cierto cliché de familia estadounidense: el típico hijo pequeño que quiere pasar más rato con su padre absorto por el trabajo: "Papá, no vas a poder venir a verme a Kárate esta tarde?"; la típica hija adolescente rebelde, o el típico caso de cuernos de pareja pensando que su cónyuge había fallecido (véase Walking Dead).
Pero esto no es nada para esta increíble serie, que te absorbe desde el primer momento.