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Voto de carloslamole:
6
Terror. Thriller Rose sufre un accidente y es internada en la Clínica Keloid, un centro especializado en cirugía estética, donde es sometida a unos tratamientos revolucionarios. Los resultados son fatales: la chica despierta con una fisura bajo su axila, de la cual emerge un apéndice fálico y experimentando una insoportable sed de sangre humana. Rose la saciará gracias a su nuevo miembro con el que penetra, para extraerles sangre, en los cuerpos de sus ... [+]
13 de agosto de 2007
3 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Y bueno, Cronenberg ya lo he dicho, es un director que no acepta medias tintas. Para algunos un genio no del todo bien valorado, para otros simplemente un loco que aprovechó el cine para vomitar todas sus aberraciones. Esta es su segunda película, y se aprecia claramente que hay mucho de aprendizaje y falta de medios. No es desde luego una gran película, pues carece de la contundencia, sordidez (¿aberración?) y genialidad de sus mejores trabajos ("La Mosca", "Dead Ringers"); y sin embargo, hay en esa mezcla de terror porno científico algunas tomas que la salvan del montón. El argumento es de lo más alucinante: una chica con graves heridas es tratada en un hospital por un "mad doctor" que no se le ocurre mejor cosa que implantarle una suerte de aguijón fálico en su axila, el mismo que inoculado (vamos, penetrado) en otra persona lo convierte en un furioso zombie asesino sediento de sangre. Delirante. Creo que ni Lucio Fulci alucinó algo tan depravado, y eso que el buen Lucio es el "non plus ultra" de los genios-locos del terror. La elección de la porno diva Marilyn Chambers como la vampira "fálico-axilar" resultó todo un acierto porque le imprime a su personaje un alto grado de erotismo y morbidez que probablemnete una actriz "seria" no hubiese podido destilar. Imagínense que Cronenberg quería inicialmente para ese rol a Sissy Spacek (la de "Carrie") y que solo la falta de medios lo obligó a aceptar a la Chambers que quería salirse del porno. Las escenas más gore tienen un aire a porno setentero (cero diálogos y música de ambiente) y eso también, aunque no lo crean, es un acierto. Obviamente a Cronenberg se le pasa la mano en más de una toma y seguramente muchos de vosotros nunca más alucinarán cualquier intimidad con una chica sin antes revisar su vello axilar (cuidado con el aguijón). Pero en fin, un producto típicamente setentero que supera el promedio y los ayudará a comprender los abismos a los que tienen que descender directores como Cronenberg para redimirse con producciones más personales. Un último consejo: esta película jamás la deben ver con la hermana menor o la novia.
carloslamole
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