Tardía continuación de una de las películas más populares del malogrado Robin Williams que funciona tanto como actualización de la original como, sorprendentemente, de El club de los cinco. La pena es que por mucho esfuerzo y carisma que le ponga su entregado reparto, no logra repetir la magia de su predecesora, resultando un frío aunque muy entretenido divertimento.

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