Es ante todo la historia de dos perdedores, dos personas inadaptadas, decadentes, incluso amorales en algunos aspectos, que no pueden evitar hacerse daño tanto a si mismas como a las personas con las que tratan. Pero al mismo tiempo representan a dos seres singulares, con cierto talento para imitar ella, incluso para mejorar frases de grandes escritores, con un ingenio natural para la fabulación él, con instinto callejero como se define a si mismo. Y también de su breve, extraña e inclasificable relación, que finalmente se convierte en ínclita, dando lugar a una aventura literaria y posteriormente a una película llena de humanidad, muy lograda y excepcionalmente interpretada por dos actores peculiares donde los haya. De tal suerte que consigue traspasar las miserias de esas dos almas solitarias torturadas, consiguiendo llegar hasta su esquivo y complejo corazón, dejando un raro y cálido sabor agridulce en un espectador que acaba sintonizando con sus protagonistas. Y aprobando con nota el producto que con tan buena factura se le ofrece.