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Voto de cualquiera87:
8
Romance. Drama Jesse y Celine se conocieron en un tren y pasaron juntos una noche inolvidable paseando por Viena. Aunque prometieron encontrarse de nuevo seis meses más tarde, esa cita nunca llegó a producirse. Nueve años después, se vuelven a ver, pero esta vez en París. Jesse, que está de gira promocionando una novela, la ve en la librería donde está firmando ejemplares. Ella vive desde hace tiempo en París; él, en Nueva York. Jesse inmediatamente ... [+]
30 de marzo de 2010
6 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
“Antes del atardecer” lo tiene todo para NO ser una película redonda. Ni tiene un inicio-nudo-desenlace claro, ni más de dos personajes, ni poco más que una larga charla de enamorados, ¡ni conclusiones! Pero a pesar de todo lo es, ES una película redonda: un pedacito de una historia que conmueve, que desata la imaginación, iniciada con “Antes de que amanezca” y que no requiere predecesora.
La técnica Linklater es ésta: la mínima acción - la máxima emoción. Un reencuentro sin excesivo sentimentalismo, nada de música (salvo la de Delphy o Simone), ni un discurso, ni una declaración de amor al estilo Orgullo y Prejuicio o similares. Y sin todo ello consigue que, a la mínima acción de uno de los dos personajes (una pequeña confesión, un abrazo de despedida, una mano que quiere acariciar y que retrocede), la emoción aparezca, con tan poco. Sin cursilerías, sin empalagues románticos. Simplemente genial.
Los diálogos, en los que se apoya toda la película, son atropellados, poco realistas (¿dos desconocidos, y ni un silencio incómodo?), lo cual es mucho más evidente en la antecesora. Pero, al carajo, son geniales: tocan reflexiones originales e interesantes esquivando los tópicos y, lo que es mejor, enganchan. Si uno tiene verdadero interés en las preocupaciones del ser humano, lo normal es que no pueda levantarse de la silla en lo que dura la ininterrumpida charla. Ayudan también Delphy y Hawke, naturales y espontáneos, que hacen tan buena pareja que casi obligan a fantasear con la razón real de la química entre ellos.
Es buena además la sensación de que es una cinta rompedora. Que no gustará a todos, que será tachada de aburrida o de rara. Ese sentimiento es bueno: le hace a uno saberse privilegiado por gozar íntimamente de las preocupaciones de Celine, los fracasos revestidos de éxito de Jesse, el desarrollo de dos personajes que a medida que transcurre la cinta –y las calles parisinas- se hacen más complejos e interesantes. Y la sesación de fatalismo y curiosidad por “lo que hubiera ocurrido” si ambos hubieran ocudido a la cita, ese gusto agridulce que acompaña eternamente a los dos caminantes, convierte en este fragmento de hora y media en un precioso mosaico de la vida, de lo enrevesada y bella que es, de lo mágica. Y eso es el cine.

Una escena: aunque no supera la bella escena de la tienda de discos de “Antes de que amanezca”, me quedo con el rato en casa de Celine, el vals a la guitarra, Delphy imitando a Nina Simone… Estupendo final.
cualquiera87
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