Sobrenatural se ha ganado por derecho propio ser una de las series más longevas, si no la que más, en cuanto a ciencia ficción y terror se refiere en el panorama televisivo americano. La serie comenzó en el 2005 y se extendió a lo largo de 15 temporadas, con unos inicios estilísticos (tanto en continente como en contenido) muy marcados por la época, parece que el paso de los años no la ha afectado demasiado, los capítulos de las últimas temporadas son totalmente anacrónicos (en el peor sentido de la palabra).

La historia, creo que a estas alturas es conocida por todos, trata sobre 2 hermanos que cruzan los Estados Unidos cazando seres sobrenaturales de todo tipo y condición, movidos por la venganza de la muerte de su padre (interpretado por el gran Jeffrey Dean Morgan antes de reencarnarse en Negan) y de la novia de uno de ellos, acabarán tomando las riendas de su destino.

Las temporadas en ocasiones son calcos unas de otras con sutiles variaciones, Dean va al purgatorio, Sam se queda sin alma, uno muere, el otro lo resucita… y viceversa… Demonios de ojos amarillos, los siete pecados capitales, le llegada del apocalipsis, batallas contra los ángeles, contra la armada del infierno, contra los leviatanes (unos seres devoradores de todo), contra Lucifer, su acólito Crowley, Abbadon, la Muerte, Dios y el vacío… todo suena a patrón preestablecido.

Pese a todo, la serie entretiene, y cuenta con grandes momentos, la mayoría de ellos de la mano de Jensen Ackles que interpreta al hermano mayor Dean Winchester, un malcarado, bocazas, pendenciero y caradura encantador. Un personaje que hace suyo y que le siente igual de bien que un guante ajustado.

El resto del reparto no destaca, pero tampoco molesta, Jared Padalecki llega a agotar con su inocentona versión del hermano menor Winchester. Destacaría a Misha Collins como el ángel Castiel, una versión chusca y con poca gracia de Constantine y a Alexander Calvert como Jack.

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