Muy floja comedia de ambiente laboral que vincula amorosamente a la pareja Katharine Hepburn y Spencer Tracy, además de abordar la deshumanización en el trabajo y la posibilidad de utilizar la tecnología como complemento, no directamente como sustituto de la tarea humana.

A la película le falta mucho ritmo e ingenio, encadenando una tediosa sucesión de situaciones bastante insulsas, carentes de la más mínima gracia, con personajes sin carisma, a pesar del denodado esfuerzo de los intérpretes por transmitir comicidad y elevar la categoría de un guión muy poco inspirado.

Aunque hace lo que puede, queda claro en este olvidable film que Walter Lang estaba a años luz del talento para la comedia de grandes maestros como George Cukor, George Stevens o Frank Capra, cineastas que también dirigieron a la pareja Tracy/Hepburn en películas anteriores mucho mejores que esta.